El crecimiento del comercio electrónico presiona cada vez más a las tiendas físicas en toda Europa. Esa es una de las principales conclusiones del estudio que analiza la situación del retail en el continente elaborado por GFK, que predice un crecimiento muy discreto de las tiendas físicas (0,8%) para 2015 en los 32 países analizados.
La productividad de la superficie de venta está bajo presión en el norte y el sur de Europa, especialmente en Alemania, Francia y Gran Bretaña debido al continuo avance del comercio electrónico que está restringiendo la capacidad de maniobra de las tiendas físicas tradicionales. Una consecuencia de lo anterior es que muchas líneas de productos, las menos rentables, comienzan a orientarse para su venta prioritaria a través de Internet. En los países de Europa del este todavía no se está notando tanto el impacto del comercio electrónico y por tanto los volúmenes absolutos que se tramitan través de Internet son todavía comparativamente pequeños.
En los mercados maduros como Alemania, categorías como la ropa ya no son tan expansivas como eran hace varios años. Al mismo tiempo, el número de centros comerciales que se han programado o en construcción está disminuyendo, fruto de la evolución de la sociedad y de los nuevos consumidores cada vez más acostumbrados a la compra online.
No obstante, conviene puntualizar que subsisten diferencias considerables entre los países europeos en cuanto a la cantidad disponible para el consumo privado, incluido el retail. España, con una media de ingresos per cápita de 12.498 euros en 2014, está en la posición número 17, por debajo de la media de Europa. Por regiones, el mayor poder adquisitivo de compra de ropa se encuentra en el País Vasco, Navarra y Asturias mientras que las mayores ventas de productos de electrónica de consumo se concentran en Madrid, seguida por Cataluña y Andorra.
Otro importante indicador de la madurez del mercado y de su competitividad radica en la superficie de ventas per cápita. Nuestro país ocupa la posición número 13 con 1,11 metros cuadrados per cápita. En las primeros lugares se encuentra Austria, con 1,74 metros cuadrados, seguida de Holanda, con 1,67, Suiza con 1,5 y Alemania con 1,46.
En algunos países, el descenso de la población ha generado un crecimiento desproporcionado de la superficie de ventas. Incluso cuando ésta no ha cambiado o tan solo ha experimentado un leve aumento. Un ejemplo de ello es España, donde el crecimiento del 0,4% de la superficie de ventas en general se ha traducido en un incremento del 1,2% por habitante. El análisis revela que España es un mercado muy heterogéneo que ofrece a los inversores oportunidades de negocio muy favorables en términos de riesgo/beneficio. Aun así, es fundamental realizar un análisis muy exhaustivo de cada proyecto para proteger tanto a los inversores como a las marcas de la distribución de inversiones precipitadas y sin la información requerida para tomar decisiones exitosas.