Las cosas de palacio van despacio y como no se puede empezar la casa por el tejado, Meg Whitman ha querido salir al quite de las informaciones que anuncian los analistas de Wall Street sobre la caída en bolsa de HP(un 10%, llegando a niveles de 2003) y la más que probable pérdida de liderazgo del fabricante en el negocio del PC a favor de Lenovo. La directiva pide paciencia y confiesa que reinventar la compañía llevará aproximadamente un lustro. Según sus pronósticos, en 2013 será el año en el que se solucionen los problemas, 2014 el de la expansión y finalmente en 2016 se volverá a liderar el mercado.
El primer escollo que salvar era arreglar la propia ejecutiva de la multinacional que con tantos vaivenes estaba afectando directamente a la definición de una estrategia clara a seguir y ralentizando su capacidad de innovación, un valor clave en TI. La solución pasa por el saneamiento de las divisiones y una labor de auditoría para saber qué funciona y qué no marcha en el engranaje de la firma. Y es que cuando la balanza costes e ingresos no cuadra algo hay que cambiar. “Hp no es ni lo eficiente ni lo efectiva que debería”, apuntó, tratando de explicar las caídas de beneficio esperadas para el próximo ejercicio.
No obstante, el proceso de reestructuración sigue su curso. Con 3.800 personas menos, a las que se añadirán 26.000 a finales de 2013, HP pretende simplificar también la oferta de productos.
Por su parte, los analistas no son tan optimistas como Whitman. Creen que puede quedarse sin margen de tiempo para volver a la senda del crecimiento, sobre todo teniendo en cuenta el vertiginoso ritmo del sector. E, incluso, algunos aventuran que la idea de Apotheker de separar las divisiones de ordenadores e impresoras no era tan mala.