El beneficio operativo de la división de electrónica de Samsung se redujo hasta los 5,2 billones de wones (unos 4.200 millones de euros) entre julio y septiembre, una cifra un 30% menor en relación al mismo periodo del año anterior. De acuerdo a los datos facilitados por Reuters, las ventas de su división de aparatos móviles sufrieron un desplome del 96% interanual lo que lastrará los resultados de la compañía durante los próximos dos años.
Conscientes del impacto que supondría la retirada de su móvil estrella Galaxy Note 7 tras las deficiencias observadas y que provocaron la combustión de algunos terminales, la firma ya hizo una revisión a la baja de su facturación y beneficios hace unas semanas.
Las ventas de la compañía cayeron entre enero y septiembre un 7,4% hasta los 47,8 billones de wones (38.500 millones de euros) y el beneficio neto -una vez descontados los intereses y los impuestos- se situó en los 4,5 billones de wones (3.660 millones de euros), un 16,8% menos, según informó la compañía este jueves en un comunicado remitido al regulador bursátil surcoreano.
El coste de la retirada del Galaxy Note 7 seguirá afectando a los resultados de la multinacional surcoreana al menos durante los próximos seis meses, según estima la propia Samsung. Sus previsiones incluyen recortes adicionales del beneficio operativo por valor de 2.800 millones de euros en los próximos dos trimestres. La compañía espera revertir la mala racha que está atravesando debido no solo a las deficiencias de su modelo Galaxy Note 7, sino también a las consecuencias de la quiebra de la naviera surcoreana Hanjin que provocaron graves retrasos en la entrega de productos Samsung y la pérdida de millones de dólares.
El anuncio de los resultados trimestrales de la compañía coincidió con el nombramiento de Lee Jae-yong, único hijo del fundador y dueño del grupo y heredero del negocio, como nuevo miembro del consejo de administración de la división de electrónica.