El IVA subirá dos puntos a partir del mes de julio. Es una de las medidas contempladas en la ley de Presupuestos Generales del Estado para 2010 y que supone pasar del 16 al 18% en el tipo de imposición general, aquella que grava bienes que no son de primera necesidad. En esta modalidad se encuentran la mayoría de los artículos pues la variante del Impuesto de Valor Añadido reducido (que ha dado el salto del 7 al 8%), contempla determinados servicios como la hostelería y el turismo, mientras que el superreducido atañe a productos básicos como el pan, por ejemplo.
Este cambio en los impuestos indirectos ha hecho pensar en una posible repercusión en el consumo que atañería directamente al sector. Sin embargo, el canal informático no se pone de acuerdo acerca de las implicaciones que esta fórmula recaudatoria podría traer el próximo año. Así, mientras Paulí Amat, director general de Tech Data, teme que el nuevo IVA afecte negativamente a las ventas ya que “pagaremos más por lo mismo”, Karina Riera, directora de la división de distribución de Diode, reconoce que aunque el efecto en el precio final es importante en todos los aspectos de la vida, “nos podemos encontrar que ese incremento en el coste quede camuflado por las bajadas habituales de mercado”.
Otras voces, como las de Intel, HP o Packard Belldisminuyen la importancia de este ascenso alegando a la cada vez mayor popularización de la tecnología en los hogares (lo que la convierte en un bien necesario), una tendencia que, sin embargo, no convence al director de marketing y compras de PC City, Jesús Ripoll, que alude al miedo que este tipo de situaciones genera en el consumidor. Pese a esta opinión, el directivo abre camino a la esperanza: “Tendremos que esperar a después de las Navidades para ver el enfoque económico que se le da a esta subida del IVA”.
Así las cosas, en lo que sí parecen coincidir unos y otros es la necesidad de buscar soluciones para minimizar su impacto como promociones.
