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“Somos supervivientes natos, nos hemos enfrentado a batallas igual de difíciles y las hemos superado”. En una entrevista concedida a CHANNEL PARTNER, Emilio Sánchez-Clemente, gerente de DMI, quiere mostrarse optimista ante esta prueba de fuego a la que se está sometiendo a sus clientes y a la ciudadanía en su conjunto tras la declaración de alarma.
En estas tres primeras semanas de confinamiento, el mayorista con sede en Madrid DMI ha cuadriplicado la venta de equipos de movilidad e impresión, como consecuencia de la mayor demanda de las pymes ante la necesidad de teletrabajar. “Nosotros mismos estamos trabajando desde casa, excepto las actividades de almacén y servicio técnico, donde estamos poniendo todas las medidas sanitarias”.
El veterano directivo confía en una pronta vuelta a la normalidad y la recuperación de los niveles normales de ventas. “Todo dependerá de cuánto dure, porque el daño cada día que pasa es mayor”. En su opinión, si todo va según lo previsto, después del verano el negocio comenzará a retomar su actividad normal para a finales de año recobrar la normalidad perdida. “Otra cosa es cómo estará de afectado el tejido productivo y empresarial”.
La compañía, el décimo mayorista del mercado español con 125 millones de euros de facturación, según Ranking del Canal TI, ofrece portes gratis a sus clientes y entrega en casa del usuario final, precisamente para facilitar la logística y evitar el mayor riesgo del contagio. Con 30 años de presencia en el mercado, la compañía amplió su almacén principal en la localidad madrileña de San Fernando de Henares hace un par de años.
Ante las noticias alarmantes de los primeros días de marzo, la firma comandada por Sánchez-Clemente hizo un esfuerzo muy grande por aumentar el stock de producto de portátiles y están satisfechos con el resultado. “Ha habido un crecimiento exponencial a lo largo de estas tres semanas, tanto en portátiles como en impresión, pero si dura mucho esto romperemos stock antes de final de mes”.