Satya Nadella le ha dado otro aire a Microsoft. Primero lo hizo centrando el tiro y haciendo que los negocios de productividad (Office y comunicaciones) y plataforma (sistemas operativos) recuperaran todo el protagonismo, en detrimento de los dispositivos. Y, más tarde, abriendo las herramientas de Microsoft a entornos con los que en principio solo estaba destinado a competir, como iOS o Android.
Esta mañana, detrás de una mesa donde el Office 365 se podía ver funcionando en smartphones con el sistema operativo de Google o en un iPad Air, Antonio Budia, responsable del negocio de Office en Microsoft Ibérica, hablaba del momento de la suite ofimática en la nube. Y lo hacía con una batería de datos que calibran el alcance del llamado “Office everywhere”.
Para dar una idea del acierto que fue en su momento liberar la aplicación para ser disfrutada en iPads y iPhones, conviene saber que ya se han realizado más de 80 millones de descargas desde el Apple Store, y que la mitad han ido a parar a las tabletas de la compañía de la manzana. Eso sí, Budia no desvelaba datos de descarga desde la tienda de Google.
Budia afirmaba también que Office 365 está “entrando fuerte” en la gran cuenta, y que ya 33 de las 35 firmas del selectivo Ibex cuentan con la solución de productividad online. Además, Yammer, la red social empresarial de Microsoft, también empieza a calar en el tejido productivo de este país y ya es usado por empleados de 6.000 compañías.
En la pyme, más del 60% del negocio alrededor de Office ya proviene de la nube. Según Budia, las compañías aprecian los “elevados estándares de seguridad y privacidad” de la plataforma online de Microsoft, y recordaba que el fabricante es el único proveedor del mercado que cuenta con la certificación ISO 27018, que en realidad es la primera normativa internacional sobre privacidad en la nube, y también cumple con las exigencias de la Agencia Española de Protección de Datos.
Para certificar que Office 365 no solo es un negocio lucrativo para Microsoft, sino también para sus partners, Budia acudía al encuentro con la prensa acompañado por Javier Crespo, responsable de ODM, una firma que apostó por la suite online desde los tiempos de BPOS. “Éramos sobre todo una empresa dedicada a montar sistemas (hardware) y a su mantenimiento, pero con la crisis los proyectos se pararon. Ahí optamos por movernos a BPOS con una inversión pequeña”, recordaba Crespo.
“La satisfacción de los clientes de Office 365 suele ser muy alta”, explicaba Crespo, al tiempo que aseguraba que barreras como la seguridad, el soporte o la amortización de los sistemas previamente instalados se pueden superar con una buena labor de divulgación y consultoría. “Office es muy escalable y los cambios se van haciendo poco a poco. Además, no requiere grandes cambios a nivel de infraestructura”, apostillaba Crespo.