Josep Aragonés conduce en España el negocio de Wolters Kluwer Tax & Accounting, el proveedor de referencia de software para asesorías y despachos profesionales. También vende ERP a las pymes. Eso le está permitiendo a Aragonés vivir la crisis económica derivada de la pandemia de Covid-19 en primera línea, donde se producen los ERTE y donde las pequeñas compañías se las ingenian para salir adelante en medio de la confusión y la incertidumbre. En esta entrevista, Aragonés habla de cómo marcha el negocio para su compañía, de las medidas que ha puesto en marcha para ayudar a los partners a conseguir sus resultados anuales, y de cómo las asesorías, consideradas desde el principio un “servicio esencial”, se están reinventando para atender de la mejor manera a sus clientes.
¿Cómo ha evolucionado el negocio desde que se declaró la emergencia sanitaria y se proclamó el estado de alarma a mediados de marzo?
La evolución del negocio en general es ya conocida por todos. Con muchos segmentos del mercado con parada completa de su actividad, y la repercusión en su negocio, clientes y empleados. En otros sectores, la actividad durante esta situación ha tenido muchos picos y mucha intensidad. En nuestro caso concretamente, hemos tenido mucha intensidad desde el inicio de la emergencia hasta el 20 de abril, y luego hemos vuelto a una situación algo más regular.
Entre mediados de marzo y primeros de mayo ha habido una elevada demanda de tecnologías y soluciones para el teletrabajo, desde portátiles a servicios cloud y de colaboración, pasando por seguridad VPN. ¿Cómo se ha comportado la demanda de ERP y de software de gestión para empresas y asesorías?
Ha dependido del segmento, tipo de cliente y necesidades. En algunos clientes hemos tenido que redoblar esfuerzos, ofreciendo planes ayuda Covid-19 que desde Wolters Kluwer hemos diseñado especialmente para ayudar a los clientes que necesitaban de alguna tecnología concreta para salir del atolladero. Son unos planes de ayuda con uso gratuito de algunas de nuestras soluciones durante tres meses para facilitar la adaptación a esta realidad. En otras empresas, la actividad ha parado completamente y también la puesta en marcha de proyectos de transformación.
“Nuestro negocio ha sido intenso desde el inicio de la emergencia hasta el 20 de abril, y luego ha sido más regular”
Efectivamente, son numerosos los proveedores de tecnología que han puesto en marcha medidas anticrisis para ayudar a sus partners y clientes a mantener sus negocios. Sobre todo ha habido cambios en las condiciones comerciales, con ampliación de los plazos de pago o incluso retraso a 2021 de los abonos por compra de producto. ¿Qué medidas anticrisis ha tomado Wolters Kluwer dirigidas a su canal?
Como decía, para los clientes hemos desarrollado los “Planes de Ayuda Covid-19” que mencionaba. Hemos realizado multitud de webinars gratuitos, servicios de apoyo y soporte en los cambios regulados que se han aprobado y de las soluciones que durante tres meses los clientes pueden usar de manera gratuita, y que les ayudan en esta situación excepcional.
Para nuestros partners, hemos definido un modelo económico especial para este 2020 ayudándoles algo en su tesorería, con alguna medida que les permita conseguir los resultados anuales. En el caso de los partners, nos une una relación personal que nos gusta cuidar, y por eso quisimos compartir con ellos un vídeo motivacional, porque en estas circunstancias estamos todos juntos.
¿Y qué medidas ha tomado la compañía para mantener la demanda de las empresas finales?
En los primeros días, hicimos mucha difusión de lo que estaba ocurriendo, de los cambios regulados que entraban en vigor, de cómo afectaban a profesionales de despachos y pymes. Mucha difusión a través de webinars gratuitos, tanto con nuestros expertos como con expertos del mercado y de la Administración. A partir de ahí, hemos desarrollado acciones para facilitar a los clientes su propia operativa, como he comentado antes. En este momento, cuando parece que comenzamos a entrar en una siguiente fase, ya podemos hablar con los clientes de futuro: de proyectos a medio plazo, de cómo poder transformar sus operaciones y de cómo la tecnología les ayudará a operar en esta “nueva normalidad” en la que entramos.
A nivel logístico y operativo, ¿qué medidas ha tomado Wolters Kluwer para salvaguardar la salud de trabajadores y partners y mantener la continuidad del negocio?
Ha sido nuestra principal preocupación en materia de personas, desde el minuto cero, como todas las empresas, lógicamente. En Wolters Kluwer a nivel global todos los equipos han pasado a trabajar en remoto desde sus casas. En España movimos a toda la plantilla en 48 horas, con una eficiencia que nos sorprendió positivamente.
Hemos puesto en marcha muchas medidas para que la gente estuviera lo mejor posible trabajando desde sus casas. Desde proporcionarles los dispositivos necesarios (incluso ha habido gente que se ha llevado su silla de la oficina a casa) hasta facilitar la flexibilidad necesaria para poder mantener una vida familiar adecuada.
“En nuestro caso, al tener un modelo de negocio con un alto porcentaje de ingresos recurrentes, podemos afrontar mejor estas situaciones”
En estas crisis se producen situaciones atípicas, como que pueda aparecer tu niña pequeña en medio de una llamada con un cliente, y hemos concienciado a nuestro equipo de que eso no es ningún problema. Al contrario, somos personas interactuando con personas y hay que aceptar que se pueden producir situaciones no habituales. Hay que adaptarse con normalidad, incluso pensamos que estas cosas nos humanizan, que es de lo que se trata. Hemos mantenido una comunicación regular y transparente con toda la plantilla. Han surgido un sinfín de iniciativas de engagement (compromiso) entre los empleados en las que nos hemos arrancado muchas sonrisas y hemos podido compartir momentos fuera del horario laboral (afterworks virtuales) que nos ayudan a mantener la conexión más personal. La moral del equipo ha sido muy alta, es impresionante la respuesta de las personas frente a este tipo de dificultades.
¿Con qué escenario está haciendo planes Wolters Kluwer para los próximos meses? ¿Y qué planes tiene la compañía para todo el ejercicio?
Es muy difícil hacer planes, como os podéis imaginar. Hemos dibujado varios escenarios posibles, como supongo que han hecho todas las empresas, sobre cómo pueden ir las cosas. Dependerá mucho de cómo evolucione la reactivación de la economía en nuestro país, de cómo la Administración decida regular o cambiar la normativa en los próximos meses. Es cierto que, en nuestro caso, al tener un modelo de negocio con un alto porcentaje de ingresos recurrentes, podemos afrontar mejor estas situaciones, frente a otros sectores cuyo modelo de negocio es muy transaccional.
Las asesorías son una buena parte de su clientela. Hay miles por toda España que operan con su software. ¿Cómo ha ido la cosa para ellas, que han sido declaradas desde el principio un servicio esencial, en un momento de despidos masivos y de tramitación de medio millón de ERTE, según cifras de mediados de abril?
Durante el mes de abril, todos los despachos profesionales y asesores dedicados a servicios en materia laboral han tenido una actividad frenética. Con muchísimo trabajo derivado de los ERTE y otros cambios que se han producido en este ámbito. Si a esto le añadimos los cambios en materia de impuestos que han tenido que aplicar para pymes, la verdad es que la actividad hasta finales de abril ha sido altísima. Nosotros hemos intentado estar cerca, como decía, para ayudarles en todo lo que ha estado en nuestra mano. Nosotros y nuestros partners nos hemos sumado a un aplauso para ellos con la campaña #AplausoAsesores.
“Las empresas en general saldrán de esta situación con transformación interna, pero también con flexibilización de impuestos y de su tesorería”
¿Hasta qué punto ha cambiado la operativa de las asesorías con la crisis sanitaria en cuanto a adopción de teletrabajo y soluciones de cloud?
Ha tenido un impacto importante. La gran mayoría de despachos profesionales han podido combinar la actividad necesaria presencial con una actividad cien por cien remota. En muchos casos incluso han estado al cien por cien en remoto toda su plantilla, dependiendo de si antes del Covid-19 ya estaban preparados para ello o no. Lo cierto es que la flexibilidad y capacidad de adaptación, junto con la aplicación de la tecnología en los procesos de mejora productiva y del modelo colaborativo que les hemos proporcionado, les han permitido seguir operando con cierta normalidad.
Entiendo que la actividad para Wolters Kluwer y para sus clientes con este tsunami laboral y normativo al que ha dado lugar la crisis del Covid-19 ha sido frenética. ¿Se han calmado las cosas?
Como decía, desde el inicio de la pandemia en España y hasta finales de abril la actividad fue frenética. Este mes de mayo hemos vuelto a una cierta calma. Desgraciadamente, ha habido empresas que han tenido que detener completamente su actividad y seguramente ahora están definiendo planes de innovación, de cambio y de cómo volverán a ser productivas. Ésta es la parte más crítica y en la que, como sociedad, todos (Administración, empresas y ciudadanos) debemos poner foco en los próximos meses.
Tengo la impresión de que los empresarios están confundidos con tanto cambio normativo en tan poco tiempo. ¿Comparte este pensamiento?
Obviamente el cambio normativo y regulado que se ha ido produciendo, junto a la incertidumbre de esta situación, ha podido generar cierta confusión. Pero también creo que esta confusión puede solventarse poniéndose en manos de expertos en regulación que pueden ayudar a empresas y empresarios. Pienso que lo que realmente preocupa al empresario no es la regulación actual, sino más bien cómo la regulación próxima podrá ayudarle a salir adelante y cómo, desde el ente regulador, se pondrán en marcha iniciativas que realmente ayuden a las pymes a sobrevivir en el futuro inmediato.
“Lo que preocupa al empresario no es la regulación actual, sino más bien cómo la regulación próxima podrá ayudarle a salir adelante”
A nivel legal y de regulación en materia de trabajo, impuestos o ayudas, ¿qué cambios nos quedan por ver en los próximos meses?
Esperemos que muchos y buenos, como se dice. Creo que las pymes y empresas en general saldrán de esta situación con transformación interna, innovación, talento, etc. Pero obviamente con ayuda externa, entendida como flexibilización de los impuestos (IBI, IVA, IS, Seguridad Social, etc.), flexibilización en su tesorería (ampliación en amortización de préstamos, facilitar acceso a más fondos para financiar inversión I+D+i, etc.). Es momento de ayudar económicamente al tejido empresarial con menor músculo. En la crisis financiera de las subprime hubo ayudas importantes a entidades financieras, ahora es momento de pensar en el tejido productivo real de nuestro país.