El lunes 18, la compañía anunció dos versiones de un tablet propio, el Surface, que podría llegar a los usuarios en otoño. De esta manera, y la vista de que ningún fabricante hace sombra a Apple, Microsoft toma la iniciativa para reducir la cuota del exitoso iPad de la compañía de la manzana. De esta manera, Microsoft va a romper un statu quo que duraba ya 37 años y que consiste en que el gigante de Redmond se centra en el sistema operativo y deja a otras empresas, como HP, Dell o Toshiba, la fabricación de los dispositivos.
Pues bien, ahora, según analistas de Wall Street citados por Reuters, Microsoft quiere hacer lo mismo en el campo de los móviles inteligentes (smartphones), donde sus programas tienen una cuota por debajo del 5%, muy lejos de el iOS de Apple y de Android. Son especulaciones que llegan, además, horas después de que el gigante del software haya presentado la última versión de Windows Phone 8.
Según publica la agencia de noticias, en la Bolsa neoyorquina esperan movimientos en esta dirección. “Nuestras fuentes nos han dicho que Microsoft puede estar trabajando ya con un fabricante para sacar su propio teléfono con el nuevo Windows Phone 8”, asegura Rick Sherlund, de Nomura.
Microsoft, que no ha confirmado ni desmentido la noticia, ha reafirmado su compromiso con los partners OEM para el negocio del móvil. Otro analista consultado por Reuters asegura que Microsoft, dada su presencia marginal en el negocio de los smartphones, tiene poco que perder en una aventura de este tipo. Quien más puede perder con este paso adelante de Microsoft es la finlandesa Nokia, que suscribió un acuerdo multimillonario el año pasado para usar Windows en sus dispositivos. Hay quien asegura que el círculo se podría cerrar con la compra de la compañía europea por parte de la propia Microsoft.
Estos movimientos de Microsoft, que la hacen parecerse cada vez más a Apple, que diseña su propio hardware y software y da productos muy acabados, están levantando suspicacias en la industria y cierto resquemor en los fabricantes de dispositivos para Windows, que han invertido grandes sumas de dinero en desarrollar sistemas compatibles con el programa de las ventanas.