La industria automovilística también empieza a ser un fijo en el Mobile World Congress de Barcelona, que acaba hoy. No han estado todos los fabricantes, pero sí algunos de los que quieren vincularse a la innovación y al concepto del coche como gadget. Muchos dicen que a largo plazo las nuevas tecnologías serán las que sigan haciendo apetecibles el coche a unos millennials poco seducidos por aspectos como la cilindrada o la aerodinámica de las carrocerías.
En el Mobile World Congress de este año destacó la estadounidense Ford, que anunció varias aplicaciones que se pueden activar por voz. Una de ellas la ha desarrollado en colaboración con La Caixa, y permite al conductor encontrar la oficina más próxima o acceder a información de horarios de apertura. Ford también presentó un prototipo de bicicleta inteligente provista de sensores que detectan la proximidad de otros vehículos y que se puede conectar a un teléfono que, además, guía la conducción.
Seat, por su parte, anunció un acuerdo con Samsung. Como resultado del mismo, en los próximos meses se podrá ver algún modelo del fabricante optimizado para interoperar con los teléfonos de la firma coreana y ofrecer entretenimiento digital a sus ocupantes.