Uno de los apartados sobre los cuales ha trabajado más Samsung en los nuevos modelos de su gama SyncMaster es su tamaño. Siguiendo estas pautas, la pantalla 171P no sólo es extremadamente fina, sino que, gracias al movimiento rotatorio de su peana, podremos colocarla incluso en la pared. No obstante, tanta reducción de espacio no podía ser gratuita, y sitúa el dispositivo a un precio que resulta del todo astronómico.
Si nos fijamos en sus especificaciones, encontramos dos datos que dan idea de su calidad. El primero son los ángulos de visión de 170º tanto en horizontal como vertical, algo realmente sorprendente para la tecnología LCD, y superior al resto de su competencia. El otro aspecto es su relación de contraste, que se eleva hasta un factor de 500 a 1, valor que no se encuentra en ningún otro de los modelos analizados. ¿Qué significa esto? Una intensidad y calidad de imagen incluso superior a la tecnología CRT.
En cuanto a su estética, no se puede dejar de señalar su botón cóncavo de encendido y apagado, que se ilumina, y su espectacular panel de control, que permanece de color negro cuando está apagado y luce cuando está encendido. Al tratarse de un panel sensible al tacto, no existen ni ruedas ni botón alguno. Con respecto a las pruebas, es imposible sacarle ningún defecto a este Samsung y, junto al modelo de Sony, puede presumir de ser una de las TFT más sobresalientes del mercado. Geometría, convergencia, resolución, brillo, contraste… hasta la convergencia es excelente.