No tenía previsto desarrollar mi carrera en el mundo de la tecnología, pero, como se suele decir, la vida es lo que pasa mientras haces planes…, y unos meses antes de terminar la universidad, comencé a trabajar en una compañía de servicios de IT, donde estuve 17 años como directora de marketing. Un sector apasionante que ofrecía en aquel momento las mejores herramientas para el marketing y unos márgenes que permitían dar lugar a la creatividad.
De ahí que, desde nuestro origen, hace ahora 25 años, en Agencia SIM estamos ligados a la tecnología y su aplicación en el mundo de los negocios B2B y B2C, proporcionando servicios de comunicación y marketing para empresas y que hayamos ido evolucionando incorporando las tecnologías emergentes a nuestros servicios, potenciando las estrategias digitales como una herramienta más dentro del marketing.
En el 94 el sector de la tecnología estaba vinculado al sexo masculino, era complicado encontrar mujeres en puestos de programación, de servicio técnico y mucho menos en cargos directivos. A nivel general, todavía los estereotipos y el peso de las tradiciones representaban barreras que poco a poco empezaban a ceder.
En los últimos 24 meses, la llegada de la Covid ha impulsado un cambio fundamental en la manera de trabajar. Las empresas y las personas nos hemos visto obligados a salir de las oficinas y a adoptar un modelo de trabajo a distancia, haciendo que las compañías analicen cuáles son los factores críticos para su supervivencia y demostrado que las pymes son el cimiento de la economía. También las cuestiones relacionadas la RSC han adquirido una especial relevancia. Las empresas y sus directivos tienen que rendir cuentas públicamente, y los riesgos para los que no estén verdaderamente comprometidos con la inclusión comienzan a ser elevados.
Bajo mi punto de vista, todo este nuevo panorama va a tener su reflejo en las empresas, donde inevitablemente se van a producir cambios en el puesto de trabajo que nos van a llevar a su flexibilización o a la creación entornos híbridos y que van a tener un efecto positivo a nivel de inclusión para las mujeres dentro de las compañías y favorecen su posición de liderazgo. Las empresas se vuelven más ágiles, rompiendo barreras y reconociendo en este momento de cambio una oportunidad para evolucionar y crecer.
Según datos del informe “Women in Business 21”, tras años de estancamiento el porcentaje de mujeres directivas en España creció en 2019, situándose en un 30%, ligeramente superior a la media europea, del 28%. El mayor parón económico vivido en nuestro país, producido por la crisis sanitaria, hizo que en 2021 las compañías centraran sus recursos y estrategias en sobrevivir, pero afortunadamente esto no ha perjudicado a la cifra de mujeres directivas, que ha conseguido mantenerse en un 34%, el mismo dato obtenido en 2020, situando España en el “top 10 mundial” en políticas de diversidad. En este sentido, afirma que las principales acciones han estado centradas en garantizar un acceso equitativo a las oportunidades de desarrollo laboral disponibles y en aplicar políticas de trabajo flexible y encaminadas a la conciliación.
No obstante, el sector de la tecnología sigue luchando por romper la brecha del género. Bajo mi punto de vista, la educación, la cultura y la visibilidad del trabajo realizado en las empresas por mujeres son claves para potenciar ese cambio. Por otro lado, muchas iniciativas están favoreciendo el empoderamiento de la mujer en los cargos directivos y en concreto en el sector tecnológico. Pero nuestra presencia en carreras como ciencia, tecnología, ingeniería, y matemáticas continúa siendo escasa. Solo el 32% de los matriculados en STEM son mujeres.
En 2022 nadie duda del papel de la mujer en el mundo laboral. En pocos años la sociedad ha sufrido una importante revolución. Las tecnologías ofrecen herramientas, como el teletrabajo o el horario flexible, que facilitan la conciliación y nos abren nuevas oportunidades para desarrollar la vida profesional y la familiar. Esto está beneficiando claramente al sector femenino, permitiendo a las mujeres acceder a puestos ejecutivos. Las universidades están realizando un gran esfuerzo elaborando planes por la igualdad. Grandes empresas españolas como Vodafone, Prime Video, Facebook, HP, Microsoft, IBM, Google, entre otras, están confiando en mujeres como primeras espadas de su organización, y todo esto está colaborando a que se empiecen a abrir las puertas a las nuevas generaciones femeninas, a ver una brecha en el techo de cristal.