Crecimiento moderado. Ese es el término que mejor se ajusta a la evolución mundial del negocio TIC a lo largo del presente ejercicio en las diferentes regiones y áreas geográficas. Los vientos más favorables soplarán en Asia, con India como una de las grandes locomotoras del continente, mientas China experimentará una importante desaceleración que repercutirá en el resto del mundo.
Latinoamérica o Europa sufrirán los efectos de la apreciación del dólar frente al euro, el abaratamiento del precio de las materias primas o las restricciones crediticias que continuarán taponando las inversiones de las pymes. Todo ello junto con los fuertes controles de inventario, que ya han provocado un descenso del 9,5% en las ventas mundiales de PC en el segundo trimestre, añadirán incertidumbre a la evolución del ejercicio.
Brasil, el que encabeza a los BRIC (Brasil, Rusia, India y China), experimentará un colapso de su economía que se traducirá en una menor inversión para la modernización de sus sistemas de información. Estados Unidos, que empezó más débil de lo que se esperaba, progresará un 3% gracias al sólido crecimiento de la economía y a la recuperación del mercado laboral. Los smartphones, notebooks y también tabletas continuarán propulsando las ventas del sector TIC, además de otros segmentos emergentes como el de las impresoras 3D, los TV Ultra HD 4k o los wearables.
En Europa las buenas nuevas irán por barrios, la mejoría del sector TIC tendrá un alcance limitado en Italia (0,7%), o Alemania (1,5%), mientras que Francia (2%) o España tendrán mejores resultados para un ejercicio donde se observará menos alegría que el año anterior. En todos los países del Viejo Continente se producirá una cierta parálisis en la venta de dispositivos, mientras que los proyectos cloud y de seguridad, la movilidad y las soluciones asociadas a los centros de datos y big data impulsarán las ventas.
El canal deberá lidiar con los altos niveles de inventario promovidos por los mayoristas para limpiar stocks antes del lanzamiento de Windows 10 y también con el aumento del precio de los dispositivos de movilidad como consecuencia de la apreciación del dólar. Pero sobre todo deberá continuar batallando en un escenario donde continúan imperando las limitaciones de los bancos a la hora de conceder crédito a las empresas.