Resulta frecuente que dos empresas usuarias de la misma aplicación muestren un nivel de satisfacción muy dispar. Lo que para una es maravilloso para otra es un foco de conflictos. El problema no está en la aplicación sino en la idoneidad de la elección y lo adecuado de su implementación. En ambos casos, la figura del partner TI es crucial para lograr la satisfacción total del cliente. No hay aplicaciones buenas o malas, si mejores o peores y un buen partner puede hacer bueno algo mediocre.
Más allá del expertise tecnológico, los servicios TI se han orientado a ofrecer soluciones de negocio. No basta con contar con las certificaciones más elevadas, con conocer a fondo la aplicación, con ser capaces de realizar sofisticadas personalizaciones, la clave está en conocer los procesos de negocio del cliente, en alinear la tecnología con el negocio, facilitando su desarrollo y crecimiento y hacerlo, además, garantizando un ROI acelerado.
El partner TI sobrepasa su definición y se ha convertido en un socio que hace posible que la tecnología potencie los resultados del negocio. Debe conocer a fondo el negocio, sus procesos, y, desde este conocimiento, tener la capacidad de analizar y evaluar las necesidades de infraestructura TIC de la empresa y del negocio y proponer la mejor solución entre las muchas posibles.
Debe ser, además, independiente de los fabricantes, lo que le permitirá garantizar la objetividad de sus soluciones. Por supuesto, debe tener la experiencia que le permita garantizar el éxito del proceso de desarrollo, adaptación, implementación, integración con otras tecnologías, puesta en operación, documentación, mantenimiento y desarrollos o mejoras futuras … Pero también, debe ofrecer una solución viable, adaptada a las necesidades y capacidades reales del cliente, que facilite un retorno acelerado de la inversión, derivado tanto de la mejora y ahorros en los procesos como del desarrollo de nuevas oportunidades de negocio –nuevos servicios, canales de venta, mercados, etc.- promovidas por unas TIC más funcionales y eficientes.
Las TIC aparecen como las mejores aliadas de las empresas a la hora de ampliar su horizonte de negocio y el partner TI debe ser capaz de aportar valor al negocio de sus clientes. Primero debe actuar como consultor de negocio, definir objetivos y necesidades, y luego, aplicar su expertise tecnológico en la elección de las soluciones TI, su implementación y puesta en marcha. Es lo que pide el mercado y lo que debemos ofrecer al mercado. Todo lo demás es pasado.