En una época en la que las buenas noticias escasean, el anuncio la semana pasada de que la economía española había dejado la recesión siete trimestres después fue un soplo de aire fresco. El PIB español ha experimentado una leve subida del 0,1%, entre los meses de enero y marzo, según los datos que ha dado el Banco de España. Además el INE ha arrojado otro dato para el optimismo: la compraventa de vivendas ha crecido un 9,0% en el mes de marzo.
La vicepresidenta primera del Gobierno, Elena Salgado, se mostró satisfecha ya que las previsiones del Ejecutivo esta vez sí se hicieron realidad. Salgado esperaba el viernes que el INE confirmase este dato, ya que tanto este organismo como el Banco de España trabajan con la misma información. Paralelamente, el INE ha hecho público un estudio que refleja la estadística de las transmisiones de los derechos de propiedad. Según los datos, la compraventa de viviendas ha subido un 9% en tasa interanual en el mes de marzo. El número de transmisiones es de 82.623, lo que supone un aumento interanual del 2,2%, y un descenso del 5,3% respecto al mes precedente. Dentro de los procesos de compraventa, el 88,5% corresponde a fincas urbanas, mientras que el 11,5% es para las fincas rústicas. Si se ve desde el punto de vista territorial, en marzo de 2010 el 57,3% de la compraventa de viviendas se registraron en Andalucía, Comunidad de Madrid, Comunitat Valenciana y Cataluña. Sin duda esta tímida recuperación dentro del mercado de la vivienda ha contribuído a esa mejoría en la economía. Salgado aseguraba el pasado viernes que desde Moncloa se están tomando decisiones firmes, que se espera que futuras mediciones confirmen los planes de Zapatero. En esos planes entran las estimaciones de que a final de año habrá una subida del PIB del 0,6% de tasa interanual, y que en 2011 seguiremos creciendo por encima de lo que los organismos internacionales auguran. Desde el Banco de España se pide prudencia. Es cierto que ciertas ramas productivas y el empleo han experimentado una leve mejoría, pro aún queda un largo camino por delante, la economía española sigue en cuidados intensivos y el enfermo tiene aún mucho trabajo por delante.
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