Aunque los resultados de Esprinet se hicieron públicos hace unos días, la dirección de la compañía al completo pasó por Madrid para explicar a las marcas con las que trabaja cómo han ido las cosas en 2009. Alessandro Cattani, el CEO, está de enhorabuena. Después de un año 2008 aciago en que la filial ibérica registró pérdidas, cierto colapso en el funcionamiento y despidos, Esprinet ha conseguido enderezar la situación.
Cattani y Mateo Restelli, el italiano que supervisa en Zaragoza las operaciones para el mercado español, han conseguido volver a los números negros. De los 5,2 millones que perdió en 2008 han pasado a 5,4 millones de ganacias (EBIT) en 2009. Eso supone que Esprinet alcanza en su negocio un margen neto del 1,07%, en línea con otros grandes mayoristas. Asimismo, el margen bruto también creció hasta los 21,2 millones de euros (un 4,16% de la facturación), lo que deja este parámetro a dos puntos del margen medio del grupo.
Eso sí, este esfuerzo por hacer Esprinet más rentable, que le ha llevado a reducir sus gastos en un 15%, ha traído consigo una contracción de la facturación del 13,75%, según los últimos datos ofrecidos por la firma. De 591 millones de 2008 ha pasado a 510 en 2009. La mejora de la rentabilidad se ha asentado en un agresivo recorte de costes, en optimizar el mix de producto y en la imposición de disciplina a la hora de negociar los precios con los fabricantes.
Fernando Feliu, el director de marketing, reconoció que la compañía se ha volcado en los proveedores que le han apoyado en este viaje a la rentabilidad. Para disipar los comentarios y rumores que corren por el mercado, Feliu afirmó que Esprinet no tiene pensado cerrar su negocio en España ni nada por el estilo. “Esto es un proyecto de futuro”, remachó. En este punto insistió también Cattani, que aseguró que no habrá cierre porque la compañía gana dinero.
“La nueva Esprinet está preparada para la economía de los próximos años, donde habrá que crear valor en un entorno de crecimiento muy bajo”, aseguró Cattani. Sin embargo, el primer ejecutivo del grupo con sede en Milán no se atrevió a hacer un pronóstico de cómo pueden ir las cosas este año. El CEO también presumió de cash, y aseguró que los 68 millones de euros disponibles en estos momentos le permiten comprar especialistas en España o Italia, aunque no concretó si hay alguna adquisición en marcha.
Cattani también adelantó que no está en sus planes echar mano del ERE temporal que pende sobre las cabezas de sus empleados y que podría llevarles al paro durante 120 días durante este ejercicio. De todas formas, reconoció que “es un paraguas que está ahí y al que se recurrirá dependiendo de cómo vayan las cosas”. Por el momento, los números alejan el peligro, puesto que Esprinet acabó el último trimestre de 2009 con un EBIT del 2,06% de la facturación, el doble de lo habitual en el sector.
No obstante, en su afán por ajustar costes, la compañía se desprendió el pasado año de 80 empleados, para dejar la plantilla en 277 personas.