Para los que desarrollamos nuestra vida profesional alrededor del “Vídeo IP” ya vislumbramos desde el principio las enormes posibilidades de negocio que ofrecía. Y es que, mientras las comunicaciones orales se someten a una serie de reglamentaciones y legislaciones que restringen en gran manera la identificación de contenidos, en el vídeo IP este tipo de restricciones es mucho menor.
El desarrollo de la voz sobre IP (VoIP) seguirá poco más o menos por los mismos parámetros que hasta ahora, buscando asegurar la calidad en la comunicación y minorar costes, pero no es habitual encontrar en el mercado soluciones que informen al otro interlocutor de la comunicación si su comunicante sonríe mientras habla, si fuma, cómo va vestido… Posiblemente las legislaciones particulares impiden desarrollar libremente y de forma comercial soluciones de comunicaciones que permitan a una teleoperadora conocer la edad de su comunicante, sin preguntársela, cómo está vestido, dónde está, de qué país es originario y muchos otros parámetros que, de ser posibles, abrirían el mercado del desarrollo de soluciones de VoIP “verticales” adecuadas a los muchos usos que podrían dar todo tipo de empresas y organizaciones.
Un micrófono dispuesto en un centro comercial sólo captará el sonido, el ruido de fondo.
Una cámara IP, con el software apropiado instalado, además de captar el sonido, podrá determinar cuántas personas pasan por delante, a qué horas, con qué velocidad, si van en grupo o solas. Podrá informar de aspectos como las horas de apertura y cierre de los establecimientos, el grado de interés que tiene un escaparate por las personas que se detienen ante él… de gran valor para industrias como la Mercadotecnia, por citar algunos de los múltiples usos que puede tener el conocer “qué pasa en la escena” en tiempo real. Pero también sectores como la medicina, el control de tráfico, el mundo de la energía y otros muchos se beneficiarán de las prestaciones y funcionalidades que ofrece el vídeo IP para mejorar su operativa, abaratar costes y acelerar la toma de decisiones.
Esta tecnología tiene por delante un enorme potencial de desarrollo, y por tanto, de posibilidades comerciales dirigidas a mercados muy diversos. Esto no ha hecho más que comenzar, y el negocio que ahora parece “natural” para una cámara, es decir, el sector de la seguridad, en un plazo muy corto de tiempo, se convertirá en tan sólo uno más de los muchos sectores en los que el VÍDEO IP disfrutará de un sólido negocio.
