De acuerdo a este estudio de Brocade, casi el 80% de los directores de TI gastan hasta un cuarto del total de sus presupuestos de TI en costes energéticos, una cifra menor a la apuntada el año pasado cuando casi el 56% de los encuestados destinaban a pagar la factura energética más de un cuarto de su presupuesto global de TI.
Aunque ha habido algunas mejoras en la gestión de los costes, los directivos también aseguran estar sometidos a presión por parte de sus empresas para reducir sus recibos energéticos y como fórmula para controlar sus gastos operativos. El estudio revela que la falta de coordinación entre los distintos departamentos de TI y de servicios generales puede dificultarla reducción de los costes energéticos. Es muy significativo que el 50% de los encuestados no lleven el control del consumo de energía de sus equipos informáticas, porque las facturas energéticas llegan directamente al departamento de servicios generales. De ellos el 60% declaró que sus empresas carecen de los preocesos adecuados para medir el consumo energético de sus equipos.
La nota positiva es que la eficiencia energética es un criterio cada vez más importante a la hora de de tomar decisiones de compra de equipos informáticos, ya que figura entre los cinco más importantes después de la interoperabilidad, el rendimiento, el precio y reconocimiento de marca.