Por Juan Cabrera (Nueva Orleáns)
Entre reuniones, sesiones informativas y algún concierto de jazz (no se pierdan a la banda del Preservation Hall, en St. Peters Street, si vienen por Nueva Orleáns) la WPC 2009 ha llegado a su final. Han sido cinco días intensos en los que Microsoft ha intentado convencer a todos, más de 5.500 profesionales del canal de todo el mundo (80 de España) de que vender Windows 7 es lo mejor que le puede pasar a una empresa de informática en estos momentos de tanta incertidumbre.
Los portavoces corporativos y locales de Microsoft han reconocido (eso sí, con la boca pequeña) que Windows Vista ha sido un fracaso. Ya era hora. La comunicación de las posibilidades del producto, su propia puesta en escena y la coordinación con las comunidades de desarrolladores y partners fallaron. Es más, un directivo de Microsoft Ibérica reconocía en los pasillos del Convention Center de Nueva Orleáns que el producto desatendió las demandas de los usuarios, que, en vez de un pesado despliegue gráfico y de seguridad, o de una potente herramienta de búsqueda de información, reclamaban un sistema más ligero y manejable.
El vuelo corto de Vista, piensan en la compañía, confiere más posibilidades a Windows 7. Hay una vasta base instalada de Windows XP corriendo sobre un parque de PC ciertamente obsoleto que está pidiendo, a gritos, una migración. Microsoft asegura que el nuevo sistema operativo se ha mantenido prácticamente estable en el último año, lo que, previsiblemente, evitará problemas de incompatibilidad y con las API de las aplicaciones que corran encima. Además, la posibilidad que da de instalar una máquina virtual con XP facilitará el trato con los clientes más reacios.
El canal de distribución está a la expectativa, sabedor de que la vuelta del verano va a ser dura. El negocio anda muy parado y las facturas se acumulan para todos. Por lo que se ha comentado estos días en Nueva Orleáns, es probable que veamos algunos cierres forzados de compañías (en el propio canal de Microsoft y fuera) debido a la mala situación económica. Sin embargo, todos los agentes (mayoristas, distribuidores, fabricantes de PC locales, consultoras, etc.) son conscientes de que, con la que está cayendo, lo mejor que le puede pasar a uno es sentirse arropado por el gigante de Seattle. Vivir a la intemperie, sin Windows 7 o sin Office 2010, ciertamente sería más duro.
Si en el apartado de producto ha habido muchas demos y presentaciones (Microsoft tiene preparadas para el año fiscal 2010, que concluye el 30 de junio del próximo año, hasta 50 novedades tecnológicas), menos concreción informativa ha habido en torno al nuevo programa de canal de la compañía: Microsoft Partner Network. En los días de la WPC se han subrayado las líneas generales, pero quedan por conocerse aspectos fundamentales como las competencias o especializaciones que contemplará o los requisitos y recompensas para los distribuidores certificados. Eso sí: se sabe que Microsoft quiere socios mejor formados, más colaboración entre ellos y, sobre todo, garantizar la satisfacción del cliente. La compañía ya ha dicho que deja un margen de 18 meses a las subsidiarias para dar a conocer y poner en pie la iniciativa a escala nacional.
La próxima cita de la WPC será en Washington D. F. Hasta el año que viene.
Lunes 19.00: Office 2010 tendrá menos versiones Lunes 19.30: Microsoft rebautiza su programa de canal Martes: 23.00: Balmer responde a Google y asegura que Windows tiene futuro Martes: 23.30: Microsoft asegura que los próximos 15 meses van a ser “de aúpa” Miércoles: 21:00: Microsoft intenta convencer de la oportunidad que traerá Windows 7 Jueves 22:00: Conclusiones WPC 2009