La idea no es nueva y más para un fabricante como Oki, que en septiembre del pasado año sorprendía al mercado con su propuesta de “tarifa plana” para el segmento de impresión. Aunque esta iniciativa no cuajó, según Carlos Cabildo, responsable de Coste por Copia de la compañía, porque “no supimos crear la demanda en el usuario ni la lanzamos en el momento adecuado”, la multinacional japonesa insiste en el concepto de “coste por página”, pero con la firme convicción de que ya no se trata de una tendencia sino de una necesidad imperiosa en el panorama actual. “El modelo de venta tradicional está muerto”, explica Cabildo, que asegura que “no da de comer al canal”, lo que al final repercute en el propio fabricante. De hecho, de acuerdo con el directivo, desde hace tiempo se ha visto que la impresión en color es muy cara, sin embargo, “la pyme no había llegado a calcular los gastos reales que le suponía pero a causa de la crisis, los clientes han empezado a hacer cuentas y a demandar un modelo de negocio diferente”. Por todo ello, Oki cree que funcionará su programa de “pago por uso”, un sistema que, tomando como base el modelo reprográfico, libera al consumidor de asumir el riesgo de la variación (hacer el balanceo del parque), el servicio técnico, el envío del consumible y el tener que saber de coberturas (cantidades de impresiones de su cliente), de todo lo cual se en carga el propio fabricante.
Así las cosas, Oki ofrece a su canal dos programas: Buy & Print y Rent & Print. Mediante el primero el usuario adquiere el equipo y sólo paga por lo que imprime. Para este modelo se han establecido dos tarifas de precios, de facturación mensual, según se trate para entorno gráfico o para oficinas. En la segunda propuesta, la máquina se alquila y el usuario paga una cuota fija que incluye el número de impresiones mensuales y el precio del equipo.
Finalmente, Carlos Cabildo expuso las ventajas que, en su opinión, esta herramienta proporcionará al distribuidor: conseguir fidelizar a su clientela, asegurarse un beneficio a lo largo de la duración del contrato, apuntarse a un modelo sin riesgos y obtener ingresos extras por el servicio técnico. Por su parte el consumidor controlará el gasto de sus equipos, ahorrará hasta un 40% con la seguridad de contratar un “todo incluido”.