La mayoría de usuarios se siente culpable por la contaminación medioambiental provocada por el uso de dispositivos tecnológicos en el hogar o en la oficina. Así se desprende de una encuesta encargada por Lexmark Internacional, y realizada por Ipsos entre 10.000 personas de 21 países distintos, según la cual el 75% se siente mal cuando imprime páginas innecesarias.
Las conclusiones del estudio desvelan que la mayoría de los encuestados no son capaces de identificar los hábitos que más contaminan a la hora de imprimir: el 64% piensa erróneamente que el desecho de los cartuchos es la principal causa de contaminación derivada de la impresión. No obstante, menos de la mitad de los usuarios (un 46%) entienden que, de hecho, el gasto en papel supone el mayor contaminante medioambiental. Este es el apartado que más formación e información requiere, con el fin de que los consumidores refuercen sus hábitos para contribuir hacia una mayor sostenibilidad.
Como indica José Luis Domínguez, director de Marketing de Lexmark España, “el estudio muestra claramente que la gente necesita más formación y consejo para acceder a las mejores prácticas en impresión, y Lexmark se ha comprometido a proveer esta información”.
Las mujeres tienen mayor conciencia ecológica En los 21 países implicados en el estudio las mujeres han mostrado una mayor preocupación que los hombres por el impacto de sus hábitos sobre el medio ambiente, además de saber reconocer mejor los peligros que supone una mala práctica de impresión. Igualmente, las mujeres son más proclives a adquirir productos de fabricantes que reciclan.
Además, el 71% de las mujeres se muestran culpables cuando desechan un dispositivo en vez de repararlo, frente al 63% de los hombres. El género femenino es también más consciente del gasto de papel: el 79% se siente culpable al imprimir páginas innecesarias, comparado con el 71% de los hombres.
Los ciudadanos demandan una responsabilidad compartida Aunque las tres cuartas partes de los encuestados se sienten culpables acerca de sus hábitos de impresión, muchos consideran que los fabricantes podrían aportar más ayuda y educación; así, sólo 39 de cada 100 encuestados creen que las compañías tecnológicas son lo suficientemente responsables a la hora de reciclar.
En cambio, los resultados sugieren que una actitud ecológicamente responsable por parte de los fabricantes ejerce una gran influencia en la decisión de compra de los consumidores, con un 84% de los encuestados afirmando que estarían más dispuestos a comprar productos de una marca preocupada por el reciclaje.
Los europeos se implican, pero se preocupan menos que los estadounidenses En general, la mayoría de los europeos (un 69%) se preocupan por los efectos negativos del gasto en papel sobre el medio ambiente, aunque se sienten menos culpables que los estadounidenses (un 78%) de este gasto y del desecho de dispositivos.
Sin embargo, los usuarios europeos confían menos en los programas de reciclado de los fabricantes, en contraste con Estados Unidos y el resto del mundo. Sólo un 37% de los encuestados en Europa cree que los fabricantes hacen lo suficiente en cuestiones de reciclado, frente a casi la mitad (46%) de los estadounidenses americanos y la media global del 39%.
El Análisis del Ciclo de Vida de Lexmark concluye que la mayoría de la contaminación medioambiental generada por una impresora se deriva del gasto en papel (47%), frente al 10% de contaminación que puede atribuirse al consumo energético y el 11% de los cartuchos de tinta. De manera similar, la mayoría de emisiones de CO2 tiene lugar durante la fase de uso de los equipos: 68% en el caso de impresoras multifunción de inyección de tinta.