Lores Serrano La caída continuada del mercado de ordenadores, -del que por cierto perdió la corona a favor de HP-, así como los escuálidos resultados que Dell está registrando en sus últimos trimestres y su devaluación bursátil, –sus acciones valen ahora entre un 40 ó 60 por ciento menos que hace un año-, han provocado que la ejecutiva de la compañía esté decidida a cambiar, sobre todo ahora que ha amasado un fondo de 9.813 millones de dólares.
Cierto es que Dell ya inició esta transformación a principios de año con el cambio estructural de su modelo de negocio, repartido ahora en cuatro unidades globales, las cuales ya están en pleno funcionamiento. De hecho, en su primer trimestre fiscal, cerrado el 1 de mayo, ya desglosaba los resultados por dichas unidades. Según esta reestructuración, las unidades de Gran Cuenta y Sector Público reforzarán el posicionamiento de la compañía en servicios y centros de datos, mientras que Pymes y Consumo generarán oportunidades de crecimiento para Dell, las cuales además serán mejoradas por la política de contención de costes del fabricante.
Según explica a COMPUTING Ricardo Labarga, country manager de Dell España, “la compañía amplió mucho sus capacidades de informática empresarial y servicios en los primeros meses de año con la introducción de la generación 11 de sus servidores y obtuvo unas ventas significativas de su solución de almacenamiento virtualizada EqualLogic. Por otro lado, se han integrado una serie de adquisiciones realizadas sobre servicios basados en la nube para monitorización y gestión de redes de TI para grandes organizaciones, los cuales se extienden ahora al negocio de las pymes”.
Sin embargo, estas adquisiciones no parecen ser suficientes para el fabricante de Round Rock (Texas) que acaba de fichar al experto en fusiones y adquisiciones de IBM, David Johnson. Un movimiento, quizás espoleado por los pasos dados por su competencia, que ha disparado todos los rumores. Analistas, financieros y antiguos directivos de la compañía coinciden en señalar los objetivos potenciales de compra, entre los que se encuentran, según ha publicado la revista BusinessWeek: Palm, con un valor de mercado estimado de 1.700 millones de dólares; la unidad de telefonía móvil de Motorola, con un valor de 3.000 millones; ACS (Affiliated Computer Services) con 4.300 millones; BMC Software con 6.600 millones; Symantec con 12.900 millones; o EMC con 25.100 millones de dólares.
Adquirir cualquiera de estos seis gigantes sería una mutación radical en la estrategia de compra de Dell, la cual en estos tres últimos años, ha adquirido diez empresas, siendo la más gorda la de EqualLogic por 1.400 millones de dólares en 2007. Y es que de acuerdo con los analistas y expertos del sector, para Dell es un imperativo adquirir compañías, previsiblemente de software y servicios, para regresar a la senda del crecimiento, diversificando su modelo de ventas más allá de los ordenadores y servidores, y poder competir con más fiereza contra HP, Apple, IBM o Cisco Systems.
En este tema Ricardo Labarga nos aclara levemente los planes de la compañía al afirmar que, “siempre estamos estudiando el captar propiedad intelectual que nos ayude a desarrollar el futuro de la tecnología, sea software, cloud computing o servicios. Nuestra política de adquisiciones está basada en identificar empresas que soporten nuestras iniciativas de negocio claves, así que continuaremos analizando posibles compras ajustándonos a nuestra estrategia, a nuestro historial de gestión y a completar nuestra infraestructura actual”.
De momento, Dell continúa sumando enteros a su cash, que ya suma 10.800 millones de dólares, al haber aumentado su deuda y vendido 1.000 millones de dólares en bonos para financiar sus adquisiciones.
Dell, espejo del pinchazo de los PCs
Las principales unidades de negocio de Dell, -sector público, gran cuenta, pymes y consumo-, han sufrido en su primer trimestre del ejercicio fiscal de 2010 un declive de las ventas de doble dígito, que ha provocado una caída del 63 por ciento de los beneficios netos de la compañía. En concreto, para el primer trimestre de su ejercicio fiscal de 2010, finalizado en mayo, Dell ha registrado unas ganancias de 290 millones de dólares tras facturar un total de 12.342 millones, un 23 por ciento menos.
“En lo que todavía es un entorno altamente variable de la demanda de TI, Dell ha realizado una buena ejecución en los elementos clave de su estrategia. Además, los resultados financieros de este trimestre están acentuados por un cash flow muy fuerte, unos márgenes de producto sólidos y un progreso estupendo para lograr el objetivo de reducir los costes anuales en 4.000 millones de dólares. Y es que mejorar nuestra posición de gastos es crítico en este entorno para crear el combustible que nos impulse a la rentabilidad futura”, explica a COMPUTING Ricardo Labarga, country manager de Dell España.
Sin embargo, Michael Dell, CEO y presidente de la firma, ha declarado estar preparándose “para lo que creemos será un buen ciclo de actualizaciones, que las empresas esperan hacer de sus equipos en 2010. Además, cuando las compañías estén dispuestas a invertir probablemente se centrarán en tecnologías nuevas como la virtualización y soluciones para el centro de datos”.
Desde luego, Dell mira al futuro con optimismo, ya que como concluye Ricardo Labarga, “los clientes nos están teniendo cada vez más en cuenta para la informática empresarial, donde les ayudamos a construir el centro de datos del futuro con seguridad, servidores virtualizados eficientes en consumo, soluciones de almacenamiento basadas en estándares y de alto rendimiento optimizada para la virtualización, nuevos servicios cloud basados en Internet, e infraestructuras de otros proveedores cloud. Además, vendemos uno de cada cuatro servidores basados en estándares del mundo, hemos cuadriplicado los ingresos de la venta de sistemas de almacenamiento de EqualLogic en menos de 18 meses, y hemos aumentado nuestro negocio de servicios en más de 5.000 millones de dólares al año”.