Debido al abaratamiento de las máquinas, las impresoras láser color han inundado en los últimos años las oficinas de todo el país. Hasta ahora ha funcionado la idea de que a la hora de obtener copias a todo color, cualquier impresora láser se porta mejor que una de inyección, una tecnología que se suele asociar al hogar. Sin embargo, Joan Morales, director de marketing de la división de Imagen e Impresión de HP para pymes, cree que esto es un cliché o prejuicio que ponen en entredicho los datos.
Precisamente, HP ha encargado estudios a IDC y a CharisCo Printer Labs que analizan la situación de la impresión a color en las pequeñas empresas y que demuestran que esto no es verdad. El informe de IDC, por ejemplo, concluye que el coste por página que aporta un dispositivo de impresión de tinta es un 50% inferior al de una máquina láser.
Asimismo, el ahorro de energía del primero se reduce también al 50%, debido fundamentalmente a que las láser van provistas de un pieza, el fusor, que tiene un alto consumo. Para Morales, una impresora láser color sólo empieza a estar justificada en una pyme o en un pequeño departamento cuando se exigen capacidades de trabajo superiores a 4.000 o 5.000 páginas al mes o cuando se conectan en red al periférico más de media docena de usuarios.
Para facilitar las cosas a aquellas compañías que se decidan por la inyección, HP ha lanzado en España dos equipos. El primero, la Officejet 6000, está dirigida a personas que trabajan desde casa. Cuesta sólo 99 euros y tiene incluso salida Ethernet, aunque, es algo lenta (siete páginas por minuto en negro y seis en color). Para empresas que necesitan imprimir documentos en formato A3 o mayores con cierta calidad, HP lanzará al mercado español en agosto la Officejet 7000 Wide Format, que llega a imprimir a una velocidad de hasta 33 ppm en negro y 32 páginas en color. Su precio será de 249 euros.
