Por Juan Ignacio Cabrera
En una entrevista que saldrá en la edición de abril de CHANNEL PARTNERlo desvela Jaoquín Reixa, director general de Check Point en España. Como consecuencia de la inminente integración del negocio de seguridad de Nokia en la estructura de la empresa israelí, Magirus entrará a formar parte del canal mayorista de Check Point, formado hasta la fecha por Itway, Afina y GTI. Y es que Reixa ofrecerá la posibilidad a Magirus, hasta ahora especializado en Nokia, de vender toda su gama de soluciones perimetrales.
Por otra parte, Afina también podrá ampliar su catálogo, pero esta vez con los appliances de Nokia. Por su parte, Itway queda como está, puesto que ya era mayorista de ambas firmas, mientras que GTI seguirá concentrado en la venta de soluciones para la pyme de Check Point.
La filial que dirige Joaquín Reixa vende en estos momentos a unos 150 partners certificados en España, de los cuales 28 son integradores Gold dirigidos a la gran cuenta y que le hacen alrededor de un 80% de su facturación.
Por otro lado, Reixa asegura en la entrevista que, a pesar del embate de la crisis en el último tercio de 2008, la filial facturó alrededor de un 20% más que en el año precedente. Sin embargo, su previsión más optimista para este año es crecer entre un 10 y un 15%.
Asimismo, el directivo, que reconoce que los clientes sólo se van a centrar en proyectos críticos, está convencido de que la protección del dato seguirá siendo prioritaria. “La fuga de información es crucial. Se pierden datos por correo electrónico, por robo de dispositivos, por móviles, por llaves USB, etc. Ya hay tecnologías para poder determinar si la información sale por estas vías y para eliminar esos escapes”.
Aunque también seguirá en la brecha, en su opinión, todo lo que tiene que ver con la protección perimetral, como el firewall, el IPS o el antivirus en el gateway, así como el control de acceso a red (NAC), uno de los puntos débiles de la compañía.
Por último, a la pregunta de si la crisis va a propiciar una consolidación en un mercado tan fragmentado como el de la seguridad, Reixa responde que no. La seguridad evoluciona al mismo ritmo que lo hacen los ataques. “En momentos de crisis, la sofisticación de los ataques aumenta. Esto lleva a que haya muchas empresas de nicho que, además, luego son adquiridas por los grandes. Por todo ello, yo dudo que al final vayamos a quedar cinco. Siempre necesitaremos nuevas tecnologías para atajar los ataques más sofisticados”, argumenta Reixa.