¿Necesita su empresa un sistema de RFID?

Zebra Technologies ofrece una serie de consejos clave para orientar a las empresas en la elección de esta tecnología.

Publicado el 02 Mar 2009

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En el ultimo año se ha hablado mucho del uso y viabilidad de la tecnología RFID. Su llegada y progresiva normalización ya ha sido protagonista de cambios revolucionarios y poco a poco se ha convertido en una tecnología fiable, rentable, utilizada tanto para la identificación de personas, gestión de recursos o control de inventarios como para la seguridad hospitalaria o para lograr una mejor experiencia de compra de los consumidores, entre otras muchas utilidades.

A pesar de todas las ventajas que aporta esta tecnología, aún existen recelos y algunas empresas tienen miedo al cambio de su sistema actual, siendo necesario para ellas entender los requisitos de su aplicación y todos los procesos operacionales involucrados. La empresa especializada Zebra Technologies, recomienda a las pymes realizarse una serie de preguntas antes de considerar la implementación de un sistema RFID:

• ¿Se beneficiará su empresa si logra una mejor gestión del inventario?
• ¿Necesita tener mejor conocimiento de lo qué hay en las estanterías de su tienda y almacenes?
• ¿Necesita una trazabilidad mejor para sus productos a lo largo de la cadena de suministro?
• ¿Dispone de proveedores logísticos disgregados o remotos que encuentran difícil acceder a las bases de datos centrales?
• ¿Su organización es parte de una cadena de suministro mayor donde el RFID resulta prácticamente obligatorio?

Si ha contestado afirmativamente a la mayoría de estas prenguntas, la empresa deberá realizar los siguientes pasos:

1. Determinar los beneficios de negocio. Las empresas que ya disponen de algún sistema de identificación automática pueden encontrar muchos beneficios en el cambio a un sistema RFID que impulse sus operaciones. Por ejemplo, con una pequeña inversión los beneficios pueden resultar mucho mayores, si tenemos en cuenta el alto coste que suponen los errores por un etiquetado erróneo o la pérdida de tiempo en otras gestiones administrativas. En concreto, para una empresa que procesa 100 órdenes al día, cada 1% de mejora en la precisión del envío produciría unos ahorros anuales de entre 15.600 y 65.000 dólares.

2. Identificar cuál es el tema específico de negocio que se quiere resolver o mejorar. Las empresas que sólo deseen satisfacer las necesidades de los clientes y no vayan a utilizar el RFID en otros procesos, no deberían considerar su implementación a no ser que realmente crean que va a suponer una mejora en su inventario, almacenamiento, distribución, logística y seguridad o, por ejemplo, reducir los costes y tiempo del personal dedicado a ello.

3.Determinar qué información se requiere. La empresa debe valorar si una mayor información o que ésta esté disponible más rápidamente mejoraría el funcionamiento del negocio. La perdurabilidad, la memoria y la capacidad de lectura remota hacen que sea muy práctica en entornos donde otras tecnologías alternativas no pueden funcionar.

4. Identificar las características de rendimiento que se espera que el RFID cumpla. Una vez definida la información, los puntos de recolección y los objetivos de comunicación, se debe definir la frecuencia, los tipos de etiquetas, la metodología de codificación, el equipamiento y el software de soporte.

5. Realizar un test o prueba piloto para destapar cualquier problema de interferencias, calidad o ejecución y poder resolverlos antes de la implementación del sistema.

“Actualmente, nos encontramos en el terreno de prueba real del RFID. Los CEOs de las empresas buscan mejorar su eficiencia y reducir los costes en un entorno cada vez más competitivo y utilizarán esta tecnología cuando les lleve al límite de la competitividad”, afirma Noury Saci, Regional Sales Manager para Iberia y Norte de África de Zebra Technologies.

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