Carles Del Collado (Barcelona)
En medio de un contexto generalizado de crisis, la feria Mobile World Congress 2009 -organizada por la GSMA (GSM Association) y que representa a más de 700 operadores de telefonía móvil y a unos 200 partners relevantes de esta industria- llegó de nuevo a Barcelona y las cifras, evidentemente, no han sido las del año pasado ni muchos menos. En esta edición, ha habido menos asistentes: de los 55.000 que se congregaron el año pasado, la organización ha confirmado que han sido casi 45.000, se ha reducido la duración del evento en un día y también ha sido menor el número de firmas representadas, si bien han superado la cifra de 1.200 expositores. Tampoco serán los ingresos de la ciudad de Barcelona los mismos de otros años, pero los más de 100 millones de euros que se dejarán sus visitantes son tan valiosos como la imagen internacional de la ciudad como sede adecuada para eventos de gran magnitud. En la batalla con otras ciudades europeas por este liderazgo compite y vence ya a Cannes o Amsterdam, hace tan sólo una década, sedes habituales para este tipo de eventos.
Motor de la recuperación
La impresión generalizada de los actores de esta industria es que las telecomunicaciones tienen y tendrán un papel relevante, incluso esencial, en el largo e incierto camino de la recuperación económica. En este sentido, el presidente de Telefónica César Alierta, durante la inauguración del Congreso el pasado 16 de febrero ya indicó que “no podemos permitirnos el lujo de no convertir al sector de las telecomunicaciones en el eje principal de la recuperación económica”. De la misma forma, Carl-Henric Svanberg, presidente y CEO de Ericsson, en la presentación a la prensa de la novedades de la compañía, en la que fue en tiempos la sede de la Bolsa de Barcelona, explicó que según un estudio de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, cada dólar invertido en ancho de banda reporta diez dólares a la sociedad.
Además, si hay un sector que se ha demostrado como más resistente a la crisis económica internacional es, sin duda, el de la telefonía móvil. Svanberg afirmó en ese mismo evento que “las inversiones en redes de telefonía no han parado de crecer y no hay motivos para creer que el 2009 esto vaya a cambiar”. Así pues, el papel del sector en la recuperación económica es clave y tan sólo hace falta recordar que Obama, el reciente presidente de los Estados Unidos de América, en una de sus primeras decisiones ha anunciado un plan de inversiones en el ancho de banda para estimular la economía norteamericana.
Nuevas redes LTE
Ya fue el año pasado uno de los temas más relevantes de la feria, pero en esta edición lo ha sido mucho más. Hablamos de las redes de telefonía de cuarta generación LTE (Long Term Evolution) y las redes WiMAX. Los antiguos debates sobre cuál de las dos tecnologías primaría sobre la otra no tienen actualmente sentido, esa es al menos la opinión generalizada de la mayoría de los proveedores de infraestructura de redes de telefonía móvil. Aún así, insistimos que es la opinión generalizada. Las redes LTE serán el estándar de adopción para redes telefónicas móviles de gran ancho de banda, mientras que las redes WiMAX tendrán su papel en la capilaridad del acceso en zonas rurales o de difícil cobertura. En la actualidad, por ejemplo, Motorola ha instalado en todo el mundo hasta 25 redes WiMAX que son operativas y rentables.
Líderes de la industria como Ericsson, Motorola, Alcatel/Lucent o la compañía china Huawei (que la mayoría de sus competidores occidentales miran con algo más que reservas por su agresividad y por la capacidad económica de la corporación china) ofrecían en el mismo pabellón soluciones LTE de extremo a extremo, listas para que las operadoras comiencen sus despliegues. Un proceso que se augura quizás lento, si bien no excesivamente traumático.
La rápida adopción del Internet móvil y la demanda de grandes anchos de banda, están haciendo que las redes actuales se saturen. LTE viene a solucionar este grave cuello de botella, con velocidades de hasta 50 megabits hoy y, según Alfredo Canteli, responsable de negocios y redes de Motorola, con velocidades de 100 megabits dentro de tres años con la siguiente generación, conocida como LTE Advanced. Los stands de estas compañías ofrecían a los visitantes escenarios en que se podía ver las ventajas de las nuevas velocidades y, en especial, los nuevos usos (y aplicaciones) que el empleo de estas nuevas redes pueden permitir. Desde la supervisión remota de operaciones quirúrgicas con una altísima calidad de imagen, como se podía comprobar en el stand de Alcatel-Lucent, o ver en tiempo real en una furgoneta de Motorola que circulaba con una cámara de vídeo de alta definición imágenes de las calles de Barcelona, que se proyectaban con nitidez, sin cortes y en tiempo real, en el stand de la firma norteamericana.
Modelo inestable
Es de destacar desde, nuestro punto de vista, la estrategia de Alcatel-Lucent, ya anunciada el pasado mes de diciembre. Adolfo Hernández, presidente de EMEA de la compañía, expuso en su conferencia de prensa que el modelo de negocio de los operadores se está convirtiendo en inestable.
Las redes desplegadas comienzan a estar saturadas por la creciente demanda de grandes anchos de banda. Los grandes proveedores de contenidos en Internet (Google, Yahoo, Youtube, MSN, etcétera) previsiblemente querrán romper con el pecado original del “todo gratis” de Internet ofreciendo nuevos servicios y contenidos premium de pago, y no se puede pretender que los operadores desplieguen nuevas y más rápidas redes si no ven compensado su esfuerzo. Alcatel/Lucent se ofrece como la compañía capaz de proponer a las operadoras los application enablers que permitan a éstas facilitar el trabajo de los proveedores, favoreciendo la explotación de sus redes para que puedan cobrar el servicio, con soluciones adaptadas a las necesidades de tarificación por servicio, localización geográfica, perfil de clientes, etcétera.
En este sentido, el tercer día de la feria, Verizon Wireless anunció que ha escogido las propuestas tecnológicas de Ericsson y Alcatel-Lucent para el despliegue de la primera red LTE de Estados Unidos. Estos dos fabricantes tendrán como misión construir la infraestructura base que permitirá a Verizon Wireless convertirse en la primera compañía de telefonía móvil en ofrecer servicios basados en LTE.