Como ya habían anunciado hace unas semanas los analistas, este año el balance de la multinacional japonesa Sony, que comercializa los ordenadores Vaio o la archivendida consola PlayStation, va a acabar con números rojos. Será la primera vez en 14 años.
Ahora, la propia compañía, que es la que se pronuncia, prevé que para el presente ejercicio fiscal, que termina el 31 de marzo, las pérdidas operativas lleguen a los de 260.000 millones de yenes (2.239 millones de euros). Los analistas recuerdan que la compañía, como otras entidades niponas, sufrelas consecuencias de la apreciación del yen y la reducción de la demanda por la crisis económica mundial. Por su lado, las pérdidas netas alcanzarán los 150.000 millones de yenes (1.289 millones de euros).
En octubre pasado, cuando realizó su última previsión, Sony esperaba conseguir un beneficio neto positivo de 150.000 millones de yenes (1.289 millones de euros) y un beneficio por operaciones de 200.000 millones de yenes (2.240 millones de dólares).
Sony también ha revisado a la baja su proyección de ventas para el actual ejercicio fiscal, que ahora sitúa en 66.152 millones de euros (86.170 millones de dólares), 11.000 millones menos de lo esperado.
En un comunicado, la empresa habla de “un deterioro en el entorno empresarial como resultado de la ralentización económica mundial, la continua apreciación del yen, el impacto de la caída en el mercado bursátil japonés y un aumento de los costes de reestructuración”.
Todos esperan que la compañía continúe con el proceso de reestructuración anunciado el mes pasado y que conllevaba el despido de 16.000 trabajadores en todo el mundo.