El gigante de los microprocesadores ha dado ya sus resultados definitivos de 2008, pero sigue reacio a ofrecer públicamente sus previsiones para 2009. No obstante, Brian González, director de la filial española, de Intel, señala que se planea obtener unas ventas de en torno a 7.000 millones de dólares. Esta previsión, que es la que maneja la compañía internamente, supondría un 28% menos de ingresos que en 2008.
Este secretismo del “periodo de silencio”, así denominado por la propia compañía, se debe a que los resultados del último trimestre del pasado año no han sido nada halagüeños, aunque no hayan sido una sorpresa para nadie. Una caída del 23% de sus ventas entre octubre y diciembre (8.226 millones de dólares) en relación con el cuarto trimestre de 2007. En total, Intel ha cerrado 2008 con un descenso del 2% de sus ingresos (37.586 millones de dólares facturados).
Además, el beneficio neto ha sufrido, en el cuarto trimestre de 2008, en relación con 2007, una caída en picado del 90%, hasta los 234 millones de dólares, como consecuencia del deterioro de sus arcas por las inversiones en el operador de red Clearwire y por la disminución de las ventas consecuencia de la débil economía mundial.
Estas cifras, según González, reflejan “directamente el clima económico extraordinario con caídas dramáticas”. En este sentido, recuerda que es la segunda vez en 20 años que la compañía tiene un cuarto trimestre menor que su tercer trimestre y “la última vez sólo fue de 1%, frente al 19% de caída de 2008”. González destacó como causas de estas bajadas tanto el descenso “repentino y sólido” de la demanda como la reducción de los inventarios, así como “la falta de capacidad de algunas fábricas”.
Asimismo, González apuntó que EMEA, que representa el 20% de las ventas del fabricante de procesadores (1.629 millones de dólares), ha caído un 13% entre octubre y diciembre de 2008 con respecto al tercer trimestre del pasado año. González señaló que España está en consonancia con estas cifras.