Según recoge hoy la edición digital del diario El País, hace una semana el presidente del Gobierno catalán, José Montilla, visitó la sede en Tokio de Sony. En ella, se planteó la opción de congelar el sueldo a los 1.200 trabajadores con contrato fijo que tiene en la fábrica de Barcelona como alternativa para no despedir a los 275 empleados. Al final Sony se ha decantado por esta última acción. Según la marca japonesa, los despidos forman parte de un paquete de medidas necesarias para mantener a corto plazo la viabilidad del centro en Barcelona.
Por otra parte, Sony pretende aplicar una cláusula para no llevar a cabo el incremento salarial del convenio del metal de la provincia de Barcelona. Esto se traducirá en una congelación salarial para todos los trabajadores. Del mismo modo, habrá una reducción de un 15% del sueldo para aquellos que cobren un 20% más de lo que marca el convenio.
Los sindicatos ya han mostrado su indignación ante esta decisión ya que se sienten engañados. Josep María Álvarez, secretario general de la UGT de Cataluña, tachó la medida de traición, indecencia y tomadura de pelo. El Gobierno catalán espera que esta decisión sea un elemento de presión durante las negociaciones, pero que no la lleve a cabo.