Broadcom pagará 193 millones de dólares por un negocio que de momento no es nada rentable para AMD, -de hecho, tan sólo acumula pérdidas-, en un movimiento que buscar reforzar su posición en el mercado de la televisión digital.
Como parte de este acuerdo de compra, 530 empleados de AMD ubicados en seis Centros de Diseño que la compañía tiene repartidos por el mundo, pasarán a manos de Broadcom, que espera cerrar esta operación en el cuarto trimestre de este año.
En los últimos dos años, AMD ha estado batallando contra su gran rival Intel en el mercado de los microprocesadores para PC y lo único que ha conseguido son pérdidas durante siete trimestres consecutivos. El mes pasado, Hector Ruiz, presidente y consejero delegado de la compañía, fue remplazado por Dirk Meyer de quien se dice que centrará su política en el negocio de siempre de la compañía, esto es, los procesadores para ordenadores, donde Intel posee el 95 por ciento de cuota.
Así parece confirmarlo este primer paso de vender su división de TV digital seguido de su intención de deshacerse también del negocio de chips para dispositivos portátiles, que adquirió tras la compra de la canadiense ATI en 2006. Una estrategia que ha sido aprobada por los analistas en su interés por que AMD recupere su posición financiera y para que Broadcom impulse su proyección en el mercado DTV.