El Parlamento vasco pasa del entorno físico a uno virtual, con el fin de dotar de mayor flexibilidad a su infraestructura y para proteger la continuidad del negocio frente a situaciones de desastre. Ibermática, integrador dirigido a la gran cuenta y la administración, ha provisto a la entidad pública de un recurso de almacenamiento de alta disponibilidad que supone un ahorro en inversión, de costes y de mantenimiento.
La virtualización del Parlamento vasco permite a sus múltiples servidores acceder a una única cabina virtual. La ventaja de este sistema consiste en que la propia unidad virtual distribuye el trabajo hacia su red de pools o conjunto de dispositivos de almacenamiento en función de las necesidades del momento y los datos pueden escribirse en discos de diferentes cabinas, incluso de distintos fabricantes, en lo que supone una evidente reducción del gasto. Gracias a esta apuesta por la virtualización, el Parlamento vasco ha conseguido eliminar las paradas (tanto planificadas como no planificadas), aprovechar drásticamente la utilización del disco, reducir la carga operacional centralizando y automatizando la administración del almacenamiento y mejorar el rendimiento, conectividad y productividad generales permitiendo soportar más usuarios con los mismos recursos materiales y humanos.