Por Creu Ibáñez.
Los cinco españoles que participaron en este experimento de McAfee recibieron en un solo mes, con una cuenta de correo electrónica nueva y haciendo un uso “promiscuo” de la red, 5.419 correos electrónicos no deseados, frente a los 23.233 que recibieron los cinco estadounidenses. Los correos no deseados más populares han sido los relacionados con finanzas, publicidad, y salud y fármacos (una categoría que en el caso español ocupa el primer lugar). La octava posición que ocupa España en la recepción de correos no deseados, sólo por delante de Francia y Alemania, se debe principalmente a la barrera del idioma, ya que las páginas web más peligrosas siguen estando en inglés, al igual que la mayoría de los spams que se reciben, por lo que muchos españoles no pican en ellos al no estar en su idioma. No obstante, esta barrera, explica Blas Simarro, director técnico de McAfee, se está debilitando cada día porque “los spammers están personalizando cada vez más los correos que envían para engañar a los usuarios. Ahora se reciben entre el 5% y el 8% de los spams en castellano”.
Buen trabajo de bancos y operadoras
Asimismo, Simarro destaca el poco porcentaje de phising que recibieron los participantes españoles, un 4% del total del experimento. “Este dato es positivo debido a la concentración que hay en España de las operadoras, que trabajan muy cerca de las entidades bancarias para luchar contra este spam. Consiguen detectar la mayoría de phising y bloquean las páginas falsas para evitar el acceso a los usuarios, aunque estos hayan picado en el spam”.
“En la actualidad, el spam se ha convertido en una industria, tiene una clara motivación económica. Los ciberdelincuentes ordenan todo esto para hacer negocio, para comprar y vender bases de datos, para descubrir datos bancarios… Con sólo dos personas de cada mil que hagan clic ya es un negocio, lo que hace que sea, además, muy rentable”, asegura Simarro.