Durante 30 días, cincuenta voluntarios de 10 países distintos, entre los que se encuentra España, y de distintos ámbitos y clases sociales (amas de casa, jubilados, ejecutivos de dirección y estudiantes) navegarán por Internet sin privarse de nada, pero, eso sí, sin protección antispam y con una nueva dirección de correo electrónico. Día tras día, los voluntarios irán recogiendo sus impresiones en una página web desde la que el fabricante de programas de seguridad llevará un controlado registro de todas las actividades. El experimento sigue los pasos del que dio en el cine Super Size Me, documental del realizador estadounidense Morgan Spurlock donde el propio cineasta experimenta cómo es alimentarse con comida rápida de McDonald´s durante 30 días.
La iniciativa pretende dar respuestas a la creciente preocupación en empresas y particulares por la acción de los criminales del ciberespacio, que ven el spam una manera sencilla de obtener el control de millones de ordenadores en todo el mundo. “El spam no es sólo una molestia. Es una herramienta utilizada por los ciberdelincuentes para robar datos personales y empresariales” afirma Christopher Bolin, director de tecnología de McAfee. Y la cosa no queda ahí, ya que mucho de estos correos atraen a personas en el trabajo y en casa, entregándoles información sensible e incluso dinero en efectivo a los delincuentes. Como resultado, Bolin cree que es de vital importancia que los usuarios de ordenadores entiendan los riesgos de dejar sus ordenadores sin protección.