A partir de 2009, Motorola abordará el mercado desde dos compañías independientes que resultarán de la escisión de las principales divisiones de la firma estadounidense: telefonía móvil y equipamiento de redes como soluciones wireless, seguridad y escáneres de códigos de barras.
Según Greg Brown, CEO y presidente del proveedor, la toma de esta decisión estriba en “ganar flexibilidad”, así como configurar unas estructuras de capital “más adecuadas”, con lo que se podrá prestar una mayor atención a la gestión de cada uno de estos negocios. El máximo responsable de Motorola cede de este modo a las presiones de Carl Icahn, un directivo que controla el 6,3% de la compañía y que desde hace meses venía reclamando esta medida para reflotar la división de telefonía móvil. No en vano, este negocio, que tradicionalmente ha supuesto más de la mitad de los ingresos de Motorola, no está atravesando un buen momento. En concreto, durante 2007 esta división, que ahora mismo carece de director general, sufrió unas pérdidas de 1.200 millones de dólares, lo que llevó a la corporación hasta los números rojos, con unas pérdidas globales de 49 millones de dólares. Además, el año pasado la unidad de telefonía móvil sufrió numerosos despidos de ingenieros y diseñadores en sus centros de desarrollo. Mientras tanto, la otra parte del negocio de Motorola continuó dando beneficios.
Desde el punto de vista de Martin Garner, analista de la consultora Ovum, en principio esta escisión no resolverá los problemas de la compañía, ya que el “nuevo comienzo” de la unidad de móviles requiere previamente un periodo de “estabilidad”, así como el desarrollo de nuevos productos. “Todo esto se traduce en un largo y duro proceso”, resume Garner.
Motorola se divide en dos compañías independientes
De esta forma, el fabricante intenta reflotar su unidad de telefonía móvil, que en 2007 registró unas pérdidas de 1.200 millones de dólares.
Publicado el 27 Mar 2008
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