Por: José Ángel Plaza
El polígono Guadalhorce, ubicado en la provincia de Málaga, acoge el centro de producción de Fujitsu Ten, compañía dedicada a la fabricación y venta de terminales bancarios y productos para el sector de la automoción como dispositivos de navegación, soluciones para la dirección asistida o equipos de audio. Tradicionalmente, el 70% de esta actividad empresarial recaía en un edificio que albergaba las oficinas y donde se centralizaba la infraestructura de informática y comunicaciones, mientras que el otro 30% se realizaba en otras instalaciones dedicadas a la fabricación propiamente dicha. De este modo, con el fin de compartir los recursos tecnológicos de la compañía, los dos edificios, separados por unos 320 metros, se encontraban unidos por fibra óptica a través de dos switches DS-6000 de D-Link, que proporcionan una velocidad de hasta 100 Mbps.
Sin embargo, el año pasado Fujitsu Ten decidió trasladar las oficinas de un lugar a otro, lo que suponía concentrar al 80% de sus empleados (360 trabajadores de una plantilla de 450 personas) en el edificio en el que no se ubicaban los equipos centrales de la infraestructura TIC. Se trataba de aprovechar mejor las instalaciones de la compañía, pero, según Miguel Garrido, responsable de sistemas de información de Fujitsu Ten, este cambio propició el replanteamiento del entramado de comunicaciones, puesto que los switches existentes ya no aportaban las suficientes prestaciones para afrontar la nueva carga de trabajo. De este modo, el fabricante decidió poner al día su infraestructura de red, lo que incluía la renovación de su anillo de fibra óptica y del conjunto de equipos que mantenían las comunicaciones. Así, en febrero de 2007, Fujitsu Ten comenzó a estudiar diferentes alternativas, pero después de un mes y medio de trabajo se decantó por la propuesta del integrador nacional Conecsión y Sistemas, con el que ya trabajaba desde hacía más de 12 años, lo que le convertía en un proveedor “conocido y fiable” para el departamento de TI del cliente, según Garrido.
La opción finalmente elegida fue la creación de un anillo de alto rendimiento que permitiera incrementar exponencialmente la velocidad de acceso de los usuarios, pasando desde los 100 Mbps a 1 Gigabit. Así las cosas, la nueva red está soportada por switches de la gama xStack de D-Link, en concreto por ocho modelos DXS-3350 SR, de modo que se ha creado una infraestructura redundante para que el servicio no se interrumpa ni siquiera ante una posible caída de la red o del cable de fibra, que también ha sido replicado para afrontar cualquier imprevisto. Y por si toda esta seguridad no fuese suficiente, los dispositivos DS-6000 también siguen en funcionamiento como backup porque no sólo pueden suplir a alguno de los nuevos switches en caso de caída, sino que además son aprovechados por ciertos equipos que no requieren una excesiva velocidad de red.
Otra de las mejoras de este proyecto estriba en que hasta ahora los cables de fibra debían llevar un conversor al par de cobre, una prestación que ya está integrada en los propios switches, que pueden configurarse y gestionarse desde la Web, por lo que se ha simplificado la red y se ha reducido su coste. Además, las cuatro personas implicadas en este proyecto (dos empleados de D-Link, otro de Conecsion y sistemas y el propio Miguel Garrido) consiguieron que el cambio de oficinas se realizara sin ningún problema ni interrupción de la actividad durante los cuatro meses requeridos para la instalación, configuración y puesta en marcha de la nueva infraestructura, que está plenamente operativa desde septiembre de 2007.
Más información:
Conecsión y Sistemas
915 796 100
www.conecsion.es