Parece que han pasado veinte, pero en realidad solo han transcurrido diez años desde que el todopoderoso Steve Jobs, presidente de Apple, presentara el iPad. El dispositivo inauguraría una nueva categoría de equipos, la tableta, a caballo entre el teléfono móvil y el portátil tradicional y revolucionaría el mercado de la movilidad para siempre.
Ese 27 de enero de 2010 nacía un modelo híbrido que se concebía como un dispositivo para consumir contenido. Leer correos, ver fotos y videos, navegar por Internet, leer libros y jugar a videojuegos eran algunos de sus cometidos. Diez años después el iPad es la tableta con mayor presencia en el mercado, con el permiso de Samsung y sus otros competidores asiáticos, tiene un sistema operativo propio y versiones Mini, Air, Pro o Nano con el que da respuesta a todo tipo de necesidades.
Aunque las tabletas han perdido fuelle y su uso principal es la visualización de contenido audiovisual, lo cierto es que tan solo en nuestro país se siguen vendiendo más de 400.000 tabletas al año de las que una gran parte corresponden a diferentes versiones del iPad.
