La central de compras de Blusens no ha podido superar el concurso de acreedores que había declarado dos años antes y ha entrado en fase de liquidación, tal y como recoge la comunicación del titular del juzgado de lo mercantil de La Coruña. Aunque esta quiebra no va a afectar a la matriz del grupo, Blusens Global Corporation, ni al resto de las filiales internacionales, pone de manifiesto la debilidad de una empresa que acumuló más de 18,5 millones de euros de deuda a lo largo de los últimos años ante la incapacidad de acceder a más financiación para nuevos proyectos.
Los principales acreedores de Blusens Technology son Bankia (6,2 millones), el grupo del Banco Popular (3,9 millones), Novagalicia Banco (3,7) y Santander (3,2 millones). La compañía sostiene que su plan de negocio contempla una recuperación de los beneficios en 2014, gracias, en buena medida, al lanzamiento de una nueva línea de teléfonos inteligentes.
La compañía con sede en Santiago de Compostela llegó a convertirse en el máximo exponente de las empresas tecnológicas gallegas con capacidad de fabricación y que buscaba hacerse un sitio en el reñido mercado de la electrónica de consumo. Entre los productos que ha lanzado al mercado destacan los dispositivos web TV, smartphones libres así como tabletas y 2 en 1. A lo largo de estos años la casa matriz consiguió desarrollar una agresiva estrategia de expansión que le permitió abrir filiales en Oriente Próximo y Sudamérica.
