Microsoft sigue ajustando plantilla. En julio, la firma dirigida por Satya Nadella anunció el mayor recorte de empleo de su historia: 18.000 puestos a lo largo de todo el año fiscal. El objetivo era eliminar duplicidades y ajustar un equipo sobredimensionado tras la compra de la finlandesa Nokia por 7.200 millones de dólares.
En un primer momento, Microsoft despidió a 13.000 profesionales. Y ahora les toca el turno a otros 2.100, incluidos casi 750 del área de Redmond, en las proximidades de Seatlle, donde la compañía tiene su sede.
Esto quiere decir que todavía quedarán otras 3.000 plazas que eliminar en lo que resta de año fiscal, es decir hasta el próximo junio. Una fuente de la compañía consultada por CRN.com ha asegurado que este nuevo capítulo de bajas afectará a varias unidades de negocio y países. En todo caso, es probable, según la publicación de canal estadounidense, que la compañía de Windows cierre el centro de I+D que tiene abierto en Silicon Valley, que fue abierto en 2001 y que ahora cuenta con 75 investigadores centrados en computación distribuida.