La Asociación Nacional de Fabricantes de Bienes de Equipo (Sercobe), patronal del sector que agrupa a decenas de empresas de todo el país y todos los sectores industriales, como los fabricantes de SAI Emerson y Riello, ha presentado el avance de resultados para el ejercicio 2012. Los datos han sido obtenidos de una encuesta a 152 empresas con una facturación total de 23.570 millones de euros y cerca de 83.500 puestos de trabajo directos. En 2012 las exportaciones volvieron a ser determinantes para la industria con un crecimiento del 4,3%, que se suma al 16,9% alcanzado en el ejercicio anterior. El conjunto del sector facturó un total de 38.258 millones de euros frente a los 39.000 millones conseguidos en 2011, lo que implica una ligera caída de 2 puntos porcentuales en la facturación. Una industria que engloba un total de 135.000 empleos directos y 400.000 indirectos.
Las exportaciones han demostrado ser la única vía para paliar los efectos de la débil actividad económica del país, la incertidumbre de la zona euro, la falta de crédito a las empresas y el desplome de la demanda interna. El mercado interno vuelve a disminuir un 13,3% a pesar de que los precios de venta han mostrado mejor comportamiento que la inflación con un ascenso reducido del 1,4%.
Por su parte, las importaciones continúan con su tendencia negativa con un descenso del 8,2%, cifra que acrecienta la caída del 0,1% experimentada en 2011. En el terreno de la contratación (pedidos recibidos y contratos firmados) las cifras también se han resentido con una reducción del 4,4%, hecho que condicionará el inicio de 2013. La difícil situación económica y financiera que atraviesa el país ha llevado a la desaparición de un buen número de empresas de bienes de equipo, siendo las más afectadas las pymes. Un hecho que repercute en las cifras de empleo que en 2012 mermaron un 2%. A finales de año los datos de la industria indicaban un total de 400.000 empleos directos e indirectos vigentes.
Analizando los distintos sectores de esta industria tan transversal se comprueba que las empresas Eléctricas-Electrónicas (motores generadores, transformadores, cables eléctricos, equipos de oficina y ordenadores, aparatos de navegación y detección…) registran un descenso más acentuado en su facturación que las compañías Metalmecánicas (calderas, reactores nucleares, tuberías, estructuras, máquinas herramienta, maquinaria agrícola, turbinas…). Por especialidades, los equipos electrónicos y los productos metálicos son los que muestran una evolución más contraída en sus cifras. La contratación y los niveles de empleo en ambos subsectores, Eléctrico-Electrónico y Metalmecánico, también se han visto afectados por la delicada situación que atraviesa el país.
La evolución del sector para el año actual vendrá influenciada por el comportamiento de la situación de España y del resto del mundo. Las perspectivas para el presente ejercicio son inciertas, aunque se espera que sea un año de transición y de sostenimiento de las capacidades productivas sin merma del empleo. Existen señales positivas fruto de los logros conseguidos en la Balanza por Cuenta Corriente del país: disminución del endeudamiento exterior de las empresas, desapalancamiento de la economía española y aumento de la competitividad de la industria.
