Los resultados del segundo trimestre del año de Microsoft han sido unos de los que más han interesado al mercado, pues iban a reflejar cómo se está comportando Windows 8 y Surface en ventas. Sin embargo, los verdaderos protagonistas han sido las soluciones de la parte empresarial, la mayor fortaleza del gigante del software.
Microsoft no ha satisfecho las expectativas de Wall Street, pues ha registrado un beneficio neto de 6.377 millones de dólares, cuando en el mismo periodo del año anterior ganaba 6.624 millones, tras experimentar una caída del 3% de sus ingresos que han sido de 21.460 millones de dólares. Los analistas esperaban una facturación de 21.530 millones.
En un comunicado, Steve Ballmer ha declarado que ha habido un “entusiasmo creciente” por Windows 8, Windows Phone 8 y Surface. No en vano, el crecimiento de la división de Windows, -excluyendo los ingresos diferidos de la pre-venta de Windows 8- ha sido del 11%; mientras que si incluimos estas ventas, el aumento hubiera sido del 24%.
Sin embargo, el mejor rendimiento financiero en Microsoft ha estado en los productos empresariales. Las ventas de SQL Server han subido un 16% con respecto a los mismos meses del año anterior; y las de System Center, un 18%.
En cuanto a las perspectivas para los próximos meses, Microsoft ha publicado que sus gastos fiscales en 2013 estarán en línea con el pronóstico que había fijado al inicio de su ejercicio fiscal, esto es, de entre 30.300 y 30.900 millones de dólares. Algo que puede indicar que la compañía no sabe cómo se comportará el mercado de PC.