A Apple se le puede estar atragantando el nuevo iPhone 5. Según una información recogida por el portal CRN.com, que cita un reportaje de The Wall Street Journal, la empresa de Cupertino ha rebajado a la mitad sus pedidos de pantallas para fabricar su smartphone. También está rebajando las solicitudes de otros componentes.
Todo apunta a que Apple no ha conseguido el éxito que esperaba con su nuevo dispositivo, que mejoraba en pocas cosas al anterior iPhone 4. El fabricante habría pedido un exceso de componentes en el último trimestre del año y ahora se ve con demasiado stock, como consecuencia de unas ventas menores a las previstas.
Los problemas de Apple vienen de la competencia feroz en el mercado de teléfonos inteligentes, donde Samsung se lleva la palma con sus dispositivos Galaxy, que corren bajo el sistema operativo Android de Google. En noviembre, la consultora Gartner reveló que Samsung es el primer fabricante, con 55 millones de smartphones vendidos en el tercer trimestre de 2012. En segundo lugar está Apple, con 23,6 millones de iPhones. Ambos fabricantes mantienen ua lucha encarnizada en los tribunales (de diversos países) por las patentes de diseño en los teléfonos. Apple acusa a Samsung de haber copiado varias de sus ideas y, en los EEUU, ya ha recibido sentencias favorables.
El nuevo iPhone 5 cuenta con una pantalla de 4 pulgadas (media pulgada más que sus predecesores), es más fino y da mucho mayor rendimiento gracias al procesador A6 diseñado por la firma de la manzana. En los primeros momentos de su lanzamiento, en septiembre de 2012, tuvo éxito pero parece que la demanda se va desinflando a medida que los consumidores perciben que sus prestaciones son similares a las de telefonos más baratos.