El 2022 fue un año complicado para aquellos mayoristas y distribuidores muy centrados en la venta de informática para hogares y particulares. Las familias, más expuestas a la incertidumbre económica y la subida de precios, han restringido el presupuesto tecnológico en los últimos meses, después de unos años de pandemia en el que millones de familias en este país se tuvieron que pertrechar de equipos y periféricos para teletrabajar o seguir las clases desde de la distancia.
El mayorista valenciano Infortisa es uno de los que ha notado el parón en consumo, aunque la compañía pudo mantener el tipo en términos de rentabilidad. “El año pasado fue un año de incertidumbres de mercado. Los principales indicadores económicos no mostraban una tendencia positiva, con el Euribor en alza, una bajada del euro frente al dólar, un IPC que no teníamos desde mediados de los 80 o una guerra inesperada”, cuenta Andrés Pastor, director general.
El beneficio operativo de Infortisa rondó el 1%, “en línea con el resto de las empresas del sector en otros años”
Infortisa acabó el 2022 por encima de la marca de los 100 millones de euros. En concreto, facturó 103 millones, un 15% menos que el ejercicio precedente. El director general de Infortisa admite que se resintió el consumo, pero asegura que en la parte de ventas al sector profesional los números han estado en línea con los de 2021.
Asimismo, Pastor destaca que Infortisa preservó en este escenario la rentabilidad, con un beneficio operativo que rondó el 1%, “en línea con el resto de las empresas del sector en otros años”. Además, en 2022 Infortisa siguió reforzando su catálogo y hoy tiene activas más de 10.000 referencias.
El año 2023 será de “transición”
Andrés Pastor revela que dos líneas de negocio de Infortisa han crecido el último año por encima del 30%. Se trata de la marca propia iggual, de periféricos y accesorios para portátiles, smartphones o televisores. Y de la división de servicios InfortisaLABS, que es capaz de llevar a los clientes las soluciones de gestión de Microsoft Dynamics o Microsoft 365, o de mejorar su operativa de e-commerce.
Las previsiones de Andrés Pastor para 2023 son bastante prudentes. “No esperamos un buen año, pensamos que 2023 es más un año de transición y quedamos a la espera que el consumo se reactive y el índice de confianza de los consumidores”. Y da algunas cifras concretas de evolución: “Esperamos que el mercado crezca ligeramente, entre el 1% y el 2% en 2023. Nuestro presupuesto se ha centrado precisamente en esa línea, pero con un ligero incremento del margen por los incrementos esperados en las divisiones de las marcas propias y de los servicios”. Lo mejor, en su opinión, es que se espera un año sin problemas de fabricación y suministro, la verdadera pesadilla del sector tecnológico en los últimos tiempos.