Desde principios de año está habiendo problemas de stock originados inicialmente por el impacto de la COVID-19 en las fábricas chinas. Sin embargo, al decir de Eduardo Moreno, director general de MCR, el primer mayorista de capital nacional del mercado por volumen de ventas, “la situación ahora es buena”.
“Es cierto que a partir de marzo hubo escasez por el cierre de las fábricas chinas. Pero luego, cuando empezaron nuestros problemas, China empezó a funcionar”, recuerda Moreno. Además, el directivo asegura que las ventas de tecnología durante el confinamiento han sido satisfactorias y que el sector “ha pasado con nota” la crisis sanitaria.
Aunque la escasez de componentes no es un problema muy a tener en cuenta, sí lo ha sido el del transporte, aunque también tiende a normalizarse. “Con el confinamiento, las necesidades en sanidad se dispararon, los precios del transporte se multiplicaron, sobre todo en abril y mayo”. La declaración del estado de alarma a mediados de marzo disparó las ventas de tecnología para el teletrabajo.
Eduardo Moreno confirma que en los primeros momentos de la pandemia, “todo lo que había se vendía, sobre todo portátiles”. Como consecuencia, escasearon los notebooks, pero también los monitores, las tablets, los auriculares o incluso las webcams. Eso sí, después la actividad ha ido cayendo “hasta los niveles habituales”, aunque sigue habiendo “bastantes necesidades”. Sin embargo, MCR sí ha sufrido el parón de las ventas de otro de sus negocios importantes, el de componentes para la integración de PC o de almacenamiento, como módulos SSD.
Eduardo Moreno dice que el sector está a punto de volver a la normalidad, puesto que “el flujo de mercancía se está recuperando, la producción ha vuelto a sus niveles habituales y el stock empieza a crecer de nuevo en los mayoristas”. El único punto pendiente es el de los plazos del transporte.