El negocio del PC para gamers es uno de los más dinámicos de los últimos años en el mundo de la informática de consumo. La demanda de tarjetas gráficas y procesadores de gama alta se completa con la venta de sofisticadas pantallas panorámicas, ratones, teclados, sillas o joystick que, por lo general, multiplican el precio habitual de estos accesorios.
MCR es uno de los mayoristas que más tiene que decir en este negocio. De hecho, el 30% de los ingresos anuales de la compañía provienen de la comercialización de dispositivos para jugones. Es decir, unos 85 millones de euros al año, según los cálculos de esta revista. Pues bien, hoy MCR ha vuelto a congregar a sus principales fabricantes para este segmento con unos 100 distribuidores en Madrid, en el espacio del Matadero y con motivo de la MCR Gaming Experience.
En la presentación del evento, donde los asistentes pueden probar con las últimas tecnologías juegos como LoL o Counter Strike, Pedro Quiroga, CEO de MCR, destacó que el pasado año fue “excelente” para esta industria. Además recordó que en los últimos tiempos el mayorista ha incorporado a su catálogo marcas como NZXT. En el evento de Madrid, han acompañado a MCR firmas como Asus, MSI, LG, Acer, Intel, Medion, AverMedia, Corsair o Thrustmaster, entre otros.
Altos precios y subida del PVP de las tarjetas gráficas
Quiroga también destacó que los precios medios de los equipos que adquieren los jugones en España siguen altos, yendo, en el caso de los portátiles, de los 999 euros de una gama de entrada, a los 3.000 euros de una configuración para profesionales. En el ámbito del sobremesa, los precios son muy parecidos, aunque ahí un PC de gama alta de Corsair, por ejemplo, puede llegar a los 4.000 euros.
Eduardo Moreno, director general de MCR, que acompañó a Quiroga en la presentación del evento, recordó que la facturación del mayorista por la venta de tarjetas gráficas se dobló en el último año. Moreno aseguró que el PVP de estos componentes ha subido entre un 20 y un 25% debido a la alta demanda consecuencia de la proliferación de la minería de criptomonedas como el bitcoin.