Muchos analistas coinciden en considerar la impresión 3D como una de las mayores revoluciones tecnológicas de los últimos tiempos, sobre todo por lo que va a suponer en el sector industrial, donde los procesos de innovación y diseño se pueden acelerar hasta extremos impensables hoy.
Además, esta tecnología ya empieza a calar en el mercado. La española BQ, que dispone de impresoras 3D en su catálogo desde finales de 2013, acaba de firmar con el mayorista Esprinet. En concreto, Esprinet va a ofrecer al canal de distribución dos equipos que pueden ser usados en casa. Se trata de los modelos Witbox y Prusa.
El modelo Prusa permite interactuar al usuario final con su impresora desde el momento inicial montándola con sus propias manos. Por otro lado, la impresora Witbox llega “completamente ensamblada, robusta, fácil de manejar y con puerta de seguridad”.
En palabras de Elena Sánchez, comercial de distribución de BQ, “la impresión 3D va a cambiar nuestros hábitos de
consumo y la forma en que concebimos los objetos. El usuario ya no va a tener que comprarlos, podrá descargarlos e
imprimirlos. Y lo más importante, podrá modificarlos y personalizarlos”.
Para que los clientes de Esprinet puedan tener un primer acercamiento con la impresión 3D, el mayorista ha organizado el próximo 10 de junio una formación (de las 9:30 a 14.00 horas) en sus instalaciones del Cash & Carry Esprivillage.
