Javier Toledo, el máximo responsable de Oki en España, anhela cada primavera el momento de hacer balance y mostrar lo bien que le va a la filial que dirige. Y es que, por cuarto año consecutivo, el negocio local de Oki crece por encima del 10%. En el último año fiscal (cerrado el 31 de marzo) su equipo generó unas ventas de 204,3 millones de euros, un 37,4% más que en el periodo precedente. Asimismo, el beneficio operativo rozó los 9 millones y la ganancia neta alcanzó 3,2 millones, y eso a pesar de que las nuevas líneas de producto incorporadas al catálogo, como los televisores y los ordenadores, que en buena parte se han vendido en grandes superficies, juegan con márgenes mucho menos atractivos que los consumibles. Otro año más, el terreno donde más cómoda ha estado Oki ha sido el de la impresión láser color, un segmento que, según Gartner, generó unas ventas en 2006 de 134.000 unidades y 106 millones de euros, más de un 30% por encima de lo registrado en 2005. Y es que el pasado año la firma mantuvo, siempre según Gartner, una cuota de casi un 37% (en número de unidades), algo más de tres puntos por debajo de HP, pero a una distancia sideral de otros competidores como Epson (3,84%) o Konica (2,73%). No obstante, Oki ha perdido cinco puntos en cuota en el mercado de las matriciales y, sobre todo, ha tenido serios problemas de abastecimiento que le han hecho perder la mitad de su participación en el emergente negocio del multifunción láser color A4. Sin embargo, para este año Juan Pedro Pérez, responsable de marketing en el sur de Europa, espera que estas dificultades no vuelvan a aparecer. Además, la dirección de Oki en España está muy esperanzada con las nuevas C8600, láser color para documentos en A3 de la que se han vendido casi 1.300 unidades, y C8800, que saldrá en breve.
Centralitas para septiembre
Pero no todo son impresoras en Oki. La firma japonesa empieza a ver los frutos de la diversificación del catálogo que inició el pasado año. Y es que en los últimos doce meses Oki ha puesto en el mercado 110.000 televisores LCD, lo que supone que es la cuarta marca de este negocio, según Gfk, y 76.000 PC. En total, las líneas ajenas a la impresión ya generan una cuarta parte de los ingresos. Además, antes de que acabe el año se verán en España nuevos modelos de proyectores y cámaras, y en septiembre hará su estreno en el boyante negocio de la telefonía IP, donde contará con centralitas para dar cobertura hasta 700 usuarios y que, según Javier Toledo, “hasta un niño podría configurar”. Con todo ello, el directivo ve factible volver a crecer alrededor de un 25% en el año fiscal recién empezado, lo que supondría elevar los ingresos del ejercicio a 250 millones.