IronGate es un proyecto que partió de la cabeza de Enrique Fernández, técnico que trabajaba en Mambo (representante de Fortinet) y que se dio cuenta hace unos años que no había en el mercado nadie que ofreciera una solución integral de seguridad asequible y lo suficientemente flexible para la pequeña empresa. Luis Díaz Castellanos, un hombre del marketing que también se embarcó en el proyecto y que hoy es el director general (el otro socio fundador es Ángel Barrero, que procede de la banca y que ejerce el control financiero), tiene claro que la principal ventaja competitiva de IronGate es la especialización de su producto, Net Survibox 266, una cajita negra que por lo que cuesta el lavavajillas más sencillo, unos escasos 380 euros (no tiene costes adicionales por licencias), incluye todo tipo de herramientas de seguridad a la pyme: cortafuegos, antivirus, VPN con capacidad para 20 Mb de ancho de banda o soporte VLAN.
Castellanos calcula que IronGate puede cerrar el año con 500.000 euros de facturación. Sin embargo, el gran salto puede llegar en 2007, pues, de cumplirse las previsiones de Díaz Castellanos, las ventas se situarán en el entorno de 1,2 millones. Además, el canal está, en su opinión, respondiendo con interés a la llamada que le ha hecho la firma en los últimos meses.
Además de multiplicar por dos los ingresos durante el próximo año, IronGate quiere sacar su producto (y los que vengan, pues tiene en mente lanzar una solución de más alto nivel para empresas medianas) a mercados europeos como el británico, el alemán o el francés, así como a Latinoamérica.
Lea el análisis completo en el número 59 (septiembre) de CHANNEL PARTNER.