Después de la adquisición del área de PC de IBM por parte de Lenovo el pasado 8 de diciembre, el canal de distribución de la empresa norteamericana está inquieto en lo que se refiere a la futura estrategia del gigante chino. Y es que los partners, mediante los cuales IBM comercializaba más del 80% de su producción de ordenadores personales, se ven amenazados ante el anuncio de Lenovo de su próxima entrada en el ámbito retail, ya que para la red indirecta el principal valor de IBM era el nombre de marca. A pesar de que desde el Gigante Azul se asegura que la estrategia de canal va a permanecer inalterable y la entrada en nuevos segmentos de mercado no les va a perjudicar, los distribuidores dudan acerca del servicio posventa que prestará Lenovo y la calidad de los equipos que se venderán en unos meses. Además, la inquietud se traslada a la estrechez de los márgenes en el mercado de consumo.
Mientras tanto, los competidores de IBM no se han cruzado de brazos y están dispuestos a aprovechar esta situación, al menos en España. Varias empresas se han lanzado a la piscina para arrebatarle a Lenovo el canal de ventas en nuestro país. HP ha reconocido su interés de acercarse a los distribuidores para ofrecer su paquete de soluciones. Por su parte, dirigentes de Toshiba han asegurado que algunos distribuidores se han puesto en contacto con ellos para conocer las condiciones necesarias para trabajar con el fabricante taiwanés.
En realidad, y de momento, es más la percepción de esa inseguridad que los hechos la que habla de la situación actual. Hasta mediados de 2005 Lenovo no anunciará su nueva estrategia de ventas. Será entonces cuando tengamos que hablar del impacto en el canal de ventas de una de las adquisiciones más sonadas del 2004.