Hace unos días, Ingram Micro se convirtió, casi con total seguridad, en el más grande de los pesos pesados del mercado asiático gracias a la adquisición del mayorista Tech Pacific a través de una operación valorada en 493 millones de dólares. Sin embargo, tal y como puntualizan los analistas de Gartner, la compañía resultante de esta fusión no tiene ante sí un camino de rosas, sino que su liderazgo en la región de Asia/Pacífico depende de varios factores. En principio, está claro que con esta compra Ingram Micro se deshizo de su principal rival en el mercado asiático, una zona que sigue siendo bastante apetitosa para el canal de distribución. Sin embargo, la fusión también supone la superposición de los catálogos y partners de Ingram Micro y Tech Pacific, lo cual puede derivar en conflictos con los clientes. No en vano, la eliminación de partes redundantes en la oferta de la nueva firma podría dejar insatisfechos a los distribuidores fieles a uno de los dos anteriores catálogos, que ahora podrían buscar nuevas firmas para abastecerse.
Así las cosas, Ingram Micro debe saber utilizar bien la fuerza combinada de las dos compañías para extender de forma eficaz su presencia en algunos mercados en los que antes no actuaba. De lo contrario, los analistas de Gartner insisten en que el nuevo tamaño de la organización puede restarle agilidad a la hora de operar en Asia/Pacífico, algo que puede verse agravado por la decisión de los pequeños distribuidores, que pueden buscar alianzas estratégicas con otros mayoristas para reducir la influencia de Ingram Micro. En su último ejercicio fiscal, Asia/Pacífico supuso para el mayorista un 10% de sus ingresos, es decir, 2.320 millones de dólares, lo cual se correspondió con un crecimiento del 18% en la facturación procedente en esa zona, por encima del 16% registrado en Europa y los descensos del 10% en Norteamérica y del 13% en Latinoamérica.