Kyocera, hasta ahora una marca con escaso reconocimiento en el mercado de impresión, está poniendo toda la carne en el asador para situarse en lo más alto del ránking de fabricantes en España. Si hasta hace unos años era prácticamente una desconocida (su cuota de mercado no llegaba al 1% en láser monocromo), en los últimos doce meses la firma ha vendido algo más de 7.600 máquinas, y durante el próximo año tiene previsto llegar a las 12.000. Un nicho en el que Kyocera cuenta con mucho más predicamento es el de copiadoras, donde la firma rivaliza con Ricoh por la segunda posición del ránking, aunque todavía a gran distancia de Canon. En los próximos doce meses Kyocera tiene la intención de vender unas 10.500 copiadoras, casi un 10% del total y un 11% más que en el ejercicio precedente.
Para hacer posible este salto la compañía saca a escena su primer sistema multifunción para copiar e imprimir documentos A4, un segmento de producto donde estaba ausente y que es el que precisamente ha sostenido el crecimiento de rivales como HP o Brother (algo más de la mitad de las copiadoras que se venderán este año serán A4). La FS-1018MFP aporta una resolución de 1.200 ppp y una velocidad de 18 puntos por pulgada. Además de tardar sólo 10 segundos en producir la primera copia, lleva un escáner que permite reproducir documentos a todo color y enviarlos inmediatamente por e-mail. Asimismo, la función de fax es opcional y tiene una velocidad de 33.600 Kbps. El equipo está pensado para grupos de trabajo y está dotado de una tarjeta Ethernet de serie. Aunque el coste, 744 euros (hay una oferta de lanzamiento de 699 euros), puede resultar algo excesivo para lo que hoy en día se acostumbra a ver, los responsables de Kyocera advierten de que el coste total de la propiedad es muy ajustado gracias a la tecnología Ecosys. La firma asegura que el coste por página es inferior a un céntimo de euro.
El pasado año Kyocera abordó un cambio profundo en su estructura de canal. Apostó por una red de mayoristas y revendedores conformada por unas 70 empresas con una buena implantación local y una manifiesta fidelidad por la marca, abandonando toda pretensión de firmar con grandes mayoristas de ámbito nacional. Además constituyó una selecta red de puntos de ventas acreditados que hoy reúne a 350 establecimientos, aunque la pretensión de la filial es llegar al medio millar de aquí a finales de año. “Los resultados nos demuestran que estábamos en los cierto. Los grandes mayoristas no suelen atender debidamente a los productos diferenciados. Además, nuestros revendedores, que trabajan en todas las provincias, están tan familiarizados con nuestras impresoras como con las copiadoras”, manifestó Óscar Sánchez, director general de Kyocera en España.