Microsoft ha ratificado que 2006 será finalmente el año del lanzamiento de su nuevo sistema operativo. De esta forma, Longhorn llegará con dos años de retraso sobre la fecha inicial marcada y aun así su configuración ha tenido que reajustarse para poder cumplir con los nuevos plazos de entrega.
En concreto, la próxima actualización de Windows llegará a los escaparates sin una de sus grandes promesas: WinFS (Windows Future Storage), la nueva tecnología de Microsoft para organizar, guardar y buscar información en el ordenador. El gigante del software había anunciado WinFS asegurando que Longhorn incluiría innovadoras mejoras para realizar búsquedas exhaustivas de datos, rastreando rápidamente toda la información del ordenador personal.
Sin embargo, Microsoft ha tenido que sacrificar, de momento, esta nueva tecnología para tener disponible la versión de evaluación de su software en 2005 y la edición final para portátiles y ordenadores de escritorio en 2006. El propio Bill Gates ha justificado esta decisión explicando en un comunicado que Longhorn “conllevará importantes avances en rendimiento, seguridad y fiabilidad, y ayudará a acelerar la creación de nuevas e interesantes aplicaciones por parte de los desarrolladores de toda la industria”.
En este sentido, lo que sí formará parte de la estrategia de actualización de este sistema operativo son las tecnologías de desarrollo WinFx, que en 2006 también estarán disponibles para Windows XP y Windows Server 2003. Dos de estas tecnologías son el subsistema gráfico Avalon y el subsistema de comunicación Indigo, pensado para ofrece un amplio soporte a las aplicaciones web. Esto ampliará el abanico de oportunidades para los desarrolladores, que podrán escribir aplicaciones que funcionarán en cientos de millones de PC.
De todas formas, el fabricante también ha anunciado que lanzará un subsistema de almacenamiento WinFS después de la llegada de Longhorn. Por otro lado, la fecha prevista para la disponibilidad del sistema operativo Windows Longhorn Server continúa siendo 2007.